sábado, 5 de julio de 2025

MANIFIESTO AL DESENCANTO

     Escribo y callo para no perturbar el pasado, para que mis silencios griten lo mucho que te amo, para que las palabras se hagan mohines desconsolados en el vacío de tu regazo. Adoro los silencios que se escriben con las manos, las miradas de las que manan versos desencantados, los labios que inventan besos desesperados que se mueren por descansar en tu boca. Escribo aunque no comprendas mis palabras, aunque mis versos se pierdan en los angostos caminos de la indiferencia, aunque suenen a vacío y prosa inconexa cuando rozan las fronteras de tu árido pensamiento, aunque no te importe nada de todo aquello que te escribo. Escribo para no sentirte tan lejana, para que los días se unten de una suave melancolía que de sentido a todos los momentos, para salvar los últimos pedacitos de mi alma. Escribo para mis entrañas, para dejar que mis pensamientos se esparzan por la nada, para escapar de esa oscura soledad que casi siempre me regalas.
     Ya apenas me queda algún verso, alguna que otra tímida palabra, un escuálido suspiro escrito en papel que te regale la mirada. No escribo para quien nunca supo de poesía, para quien no es capaz de pintar los días con sonrisas, para quien una metáfora es una incógnita que carece de sentido. Lástima que mis versos se mueran abatidos por la espada que blande la ignorancia, que no conozcas al poeta ni te mueras de ganas porque te abrace su poesía, que prefieras vivir en la realidad a pasear a diario por la preciosa fantasía, que no creas en dragones, ni en princesas, y para ti jamás existan los finales felices.
     Me gusta que mis miradas se llenen de palabras, de verbos, de adjetivos calificativos aunque tú no entiendas nada de todo esto que te digo, aunque seas capaz de distinguir las letras pero te pierdas en la belleza de las palabras que te acarician cuando simplemente te miro. Escribo para que el aire esparza  todos mis vocablos como una tormenta de caricias que se escapan del diccionario, para que las abrace quien entienda de poesía, para que los corazones perdidos encuentren de nuevo su camino, para que una mujer, en la soledad de su destino, sepa que el amor vive en lo más íntimo de sus sentidos. 
     No escribo para ti aunque tú pienses que eres la musa de mis versos, aunque mis palabras resuenen como truenos en tu vasto pensamiento, aunque no dudes ni un momento de lo mucho que te quiero. No escribo para ti, no eres la princesa de este cuento, ni tan siquiera busco un final feliz, tan solo quiero escribir todo lo que siento para que algún día, en una cálida tarde de verano, una dama se enamore de mis versos vagabundos y traiga de nuevo mi corazón a este mundo.


ESCRIBO PARA DAR SONIDO A LOS SILENCIOS
PARA DESPERTAR UNA SONRISA 
EN EL PÁRAMO DE UNOS LABIOS ABANDONADOS,
PARA QUE LA PASIÓN NO SE DUERMA
Y LOS CORAZONES NUNCA DEJEN DE LATIR,
PARA QUE CADA VEZ QUE LEAS MIS VERSOS
SEPAS QUE NUNCA DEJÉ DE PENSAR EN TI.

martes, 27 de mayo de 2025

YA NO HAY CUENTOS CON FINAL FELIZ

      Ya no hay princesas, ni dragones, ni cuentos con final feliz. Ya no hay besos ni labios que los quieran recibir. Ya no hay un corazón que comparta mi latido ni unos ojos que me miren con calmado frenesí. Ya no hay promesas, ni sonrisas, ni silencios llenados con caricias, ni esa dama de ojos color caramelo que se moría por mi a diario, Ya no hay canciones de amor, ni batallas de besos, ni un lo siento, ni un trémulo te entiendo. Ya no hay miradas entre los dos que escriban una historia, ya solo tengo tu nombre tatuado en el alma, tus besos guardados en el baúl de mis recuerdos y tus "te quiero" enredados en la tímida nostalgia. Ya no tengo nada porque tú lo eras todo, porque bastaba tu presencia para dar sentido a cada día, porque ahora que te has ido ha muerto mi desbordada fantasía. Ya no hay un mañana, un "te espero", una sonrisa enmarcada en la mirada, ya no me despierto y velo tu sueño ni escucho tus pasos ronroneando en el silencio. Ya no hay princesas, ni dragones, ni cuentos con final feliz. Ya no soy aquel caballero que se moría cada noche por descansar en tu regazo, ni el travieso lazarillo que veía el mundo a través de tus ojos, ya no me recuesto en el paso de los días ni las horas son el camino de baldosas amarillas que me llevaban cada día al país de las eternas maravillas. Ya no hay unas manos que me agarren para que nunca pierda el equilibrio en el filo del cariño, ni ese cariño donde podía refugiarme cuando la realidad desprende tanto frío. Ya no sueño con amores imposibles, con lugares inalcanzables, con mujeres que hacen magia con el verbo apagado de sus besos. Ya suelo vivir en el pasado porque me muero en el presente, porque ya no hay un futuro donde podamos compartir una frase, un café, un silencio o una sonrisa. Ya no hay versos de diario en la alcoba ni poemas escritos en la cocina entre la sal y la pimienta, ni cruces de miradas que lo decían todo y se burlaban de lo cotidiano. Ya no puedo dejar que me abata la tristeza, aunque es un fiero depredador que me acecha a diario, porque ya no puedo refugiarme entre tus brazos, porque no tengo nadie que me rescate del terrible desamparo. Ya no importa si es hoy o mañana porque todos los días son iguales, ya no me importa el lugar hasta donde me lleven mis pasos porque he perdido el rastro de los tuyos y solo soy un arlequín perdido en la soledad del camino. Ya no hay princesas, ni dragones, ni cuentos con final feliz. Ya no puedo cerrar los ojos y dejar que la placidez de mis sentidos viajen por tu cuerpo desnudo, garabatear en una servilleta el trazo difuso de un amor de diario, dejar que las tormentas se llenen de besos y frases obscenas. Ya no habrá finales felices, ni unos labios carmesí dejando su impronta en el espejo de la impaciencia, ni esas lágrimas que derramaste mientras recostabas tu cabeza en mi hombro para decirme, que a veces, el amor está hecho de tristeza y sal. Ya solo quedan los recuerdos que son el único paraíso del que jamás nos pueden expulsar.


A VECES EL AMOR NACE DE LAS DIFERENCIAS
DE LOS SILENCIOS, DE LAS MIRADAS DISTRAIDAS.
A VECES LAS PRINCESAS HABITAN LOS RECUERDOS,
ESOS SILENCIOS, ESAS MIRADAS,
Y SOLO BASTA UN SUSPIRO PARA PODER TOCARLAS.
A VECES LOS DRAGONES SE ENAMORAN DE IMPOSIBLES,
DE DONCELLAS CREADAS DE PURA FANTASÍA,
DE QUIMERAS HERIDAS POR LA CRUDA REALIDAD.
Y CUANDO QUIERES IR A BUSCAR LA FANTASÍA,
SOLO ENCUENTRAS EL VACÍO DE LA TRISTEZA
PORQUE YA NO HAY PRINCESAS, NI DRAGONES, 
NI CUENTOS CON FINAL FELIZ..
SOLO QUEDA EL SILENCIO DE LOS CORAZONES ROTOS
QUE JAMÁS PODRÁN SER REPARADOS,
Y EL ÚLTIMO DRAGÓN SE MUERE DE OLVIDO
ENROSCADO EN EL OSCURO SILENCIO QUE QUEDA
CUANDO LA FANTASÍA EXHALA SU ÚLTIMO ALIENTO.

jueves, 3 de abril de 2025

HISTORIAS NO CONTADAS

       Hay historias nunca escritas, mujeres atadas a la soledad, deseos que se marchitan porque nadie los quiere tocar, besos que vienen y van porque no encuentran unos labios donde se puedan posar. Hay primaveras que nunca llegan e inviernos que nunca se van, hay sonrisas rotas que nadie puede reparar y hay amores imposibles a los que nunca te debes atar. Hay promesas, miradas, caricias, instantes en los que siempre queremos vivir pero ya no hay caminos que nos permitan volver. Hay tristeza que da felicidad y felicidad que nos hace llorar, hay ausencias impuestas que se llenan de lágrimas y hay lágrimas que pensabas nunca podrías derramar. Hay lugares en las que siempre has querido vivir y vidas en las que nunca has querido estar. Hay días que pasan deprisa como un beso fugaz y días que nunca parecen terminar como el llanto desconsolado que nadie puede acallar. Hay sueños que te mueres por tocar y pesadillas de las que no puedes escapar, hay sonrisas en las que quieres vivir pero cuando las rozas solo dejan heridas de muerte en la felicidad, hay palabras que nunca se deben pronunciar porque nada duele más que la verdad. Hay guerras que nunca debes librar porque cuando terminan no te queda nada donde volver a empezar. Hay mañanas en las que solo tienes ganas de llorar y recuerdos de los que es imposible escapar, heridas que nunca se curan y cicatrices que nos recuerdan por quien merece la pena luchar. Hay miradas que te rozan y pueden curar y besos que nunca se deben dar para no morir de soledad. Hay promesas que se rompen cuando quieres soñar y sueños que nunca se harán realidad. Hay un instante donde cierras los ojos y dejas que tu sonrisa fluya sin más y no importa el mañana ni la tristeza que pueda llegar. Hay princesas, caballeros, dragones y cuentos sin finales felices y hay amores que aunque ya no están solo tienes que escuchar los latidos de tu corazón para saber que siempre los recordarás. Hay rincones repletos de recuerdos que se llenan de polvo, que no quieres tocar para que no se rompa la magia que fluye de la melancolía. Hay historias tan bellas que nunca deberían terminar y hay mujeres tan hermosas a las que siempre amarás aunque se hayan hecho crisálidas en la eternidad, aunque vaguen, para siempre, por los páramos de tu soledad. Hay historias que merecen ser contadas tan solo para recordar que hay amores que desafían al paso del tiempo, que hay momentos que nunca se pueden olvidar, que algunas mujeres nunca se van de tu corazón aunque llores por ellas cada día, aunque la tristeza de su ausencia te corte como un afilado cuchillo, aunque nunca más vuelvas a sentir el perfume de su sonrisa bailando en tu iris, aunque cierres los ojos nunca podrás dejar de verlas paseando por los salones del deseo, aunque sepas a ciencia cierta que ya solo las podrás soñar.


HAY HISTORIAS QUE HABITAN EL CORAZÓN
BESOS, CARICIAS, MIRADAS
QUE ESCRIBEN FINALES FELICES.
HAY MUJERES QUE CAMINAN POR LA MEMORIA
VAPOROSAS, ELEGANTES, INTANGIBLES
QUE DIBUJAN EL PASO DEL TIEMPO.


miércoles, 19 de marzo de 2025

QUIERO BRINDAR

      Por los amigos ausentes, por todas las personas que quiero y no están a mi lado, por hacer siempre lo correcto aunque duela, por la vida que tengo y por la que no tengo pero desearía tener, por todo aquello que quiero pero no necesito, por los corazones rotos que he reparado y por los que se quedaron en el camino, espero que alguien los haya encontrado. Por los besos nunca dados y por todas las mujeres de las que me he enamorado. Por los bares de copas a los que nunca llegué a entrar y ahora cuando suena el silencio me hubiese gustado poder visitar, por las sonrisas que unas veces vienen sin llamar y otras veces se van sin despedirse, por las noches en vela que te acercan a la eternidad y por los días que nunca deberían terminar. Por las miradas que matan y por las que alguna que otra vez me salvaron la vida, por las pasiones no correspondidas y por los abrazos que curan la soledad, por las aventuras que nunca he vivido y siempre he querido empezar, por las lágrimas que nunca se debieron derramar y por las sonrisas que saben besar. Por el pasado que no puede regresar y por el futuro que nunca llegaré a alcanzar, por las canciones que pusieron bando sonora a mi juventud y que aún hoy cuando las escucho aceleran mi corazón, por el perdón que nunca pedí y que jamás acepté, por esos labios de fresa por los que me moría cada día, y por las lenguas viperinas que nunca lograron envenenarme con su saliva. Por una mirada que me lo dijo todo mientras pasaba de largo, por esas piernas interminables que siempre terminan entreabiertas en mi imaginación, por quien no te da nada pero tú lo querrías todo, por los amores en la barra de un bar y por las princesas que nunca podré besar. Por aquel sofá donde no existía la monotonía y los orgasmos corrían sin parar, por la famélica dama de ojos perdidos que yo no supe encontrar, por todos esos besos que me regaló sin pedir nada más hasta que un día me dijo "adiós, cuídate" y se perdió en los cruces de caminos de mi memoria. Por las camas deshechas y el pelo enredado, por la ropa interior femenina esparcida por el dormitorio como victimas lascivas de una batalla de sexo, por el sexo huérfano de amor, es el único que nunca duele, por las mujeres que solo quieren que alguien las bese y por los besos que solo quieren encontrar una mujer que los desee. Por aquella chiquilla que yo quería salvar pero nunca deseó ser salvada, por los amores imposibles que duran para siempre, por la ternura que te acaricia cada mañana y no te hace salir de la cama. Por los caricias que desnudan su belleza sin rubor y por la belleza que vive atada a la desnudez de mis manos, por ti y por mí, por todo lo que pudo ser y no fue, por ese corazón roto que nunca logré reparar.


POR LA SOLEDAD, POR LA TRISTEZA
POR LAS MUJERES HERMOSAS 
Y LOS AMORES QUE NO SE PUEDEN TOCAR.
POR LAS MIRADAS, POR LAS SONRISAS
POR ESOS LABIOS SIN NOMBRE
QUE NUNCA PUDIERON CALMAR MI SED.


miércoles, 5 de marzo de 2025

CUENTOS INCONCLUSOS

 La tristeza no puede durar para siempre, no puedo perder princesas a diario, ni vivir en la agonía de los finales infelices. No quiero ser un naufrago en el mar de la nostalgia, ni escribir poemas sin tener un corazón donde publicarlos. Quiero encontrar a Blancanieves y enamorarme de su madrastra, quiero que los cuentos que me cuentas se hagan realidad, que viaje allá donde solo los sueños pueden llegar. Escribir besos en la piel de mujeres de fuego y que mi corazón nunca se llegue a quemar, que mi mirada se pierda tras la estela de una sonrisa que pasa de largo, que mire como el mundo se derrumba a mi alrededor y nada me importe, que pueda sentarme en el monte del destino y ver como se consumen los amores prohibidos. La tristeza se marchará algún día, cogida de la mano que le tiende el destino, cansada de pasear por las avenidas vacías de un corazón roto, aburrida de atormentar los recuerdos. En algún momento y en algún lugar me encontraré con aquel niño que un día fui, con las palabras huidas que ahora me da miedo encontrar, con la reina de corazones que reina con desprecio en el país de las maravillas, con esa Alicia cansada que solo quiere regresar a casa. Me gustaría girar en una esquina del tiempo y encontrarme con aquella preciosa Caperucita Roja que le plantaba cara al lobo feroz, con la belleza serena que desafía al paso del tiempo y permanece incólume en los atrios del pasado, descansar del combate en ese lugar donde solo pueden descansar los auténticos guerreros. Quisiera blandir una espada ante una horda interminable de demonios dispuestos a desgarrar en mil jirones mi alma y esbozar una leve sonrisa mientras la muerte me mira a la cara. Quisiera besar de nuevo a aquella tímida Cenicienta que nunca pudo llegar a tiempo al baile y se quedó sin su príncipe azul, susurrarle al oído, muy bajito, que yo tengo su zapatito de cristal y lo guardaré por siempre jamás. A veces, cuando el mundo me deja soñar, cuando la melancolía da una tregua a mi angustia, cuando las ciudades se quedan vacías y el silencio es un viajero invisible que llega hasta los confines de la memoria recuerdo todos los cuentos que me solías contar, aquellos finales felices que escribías en el ocaso de los días, las palabras que nunca se fueron, las miradas que viven de okupas en los recuerdos. La tristeza se irá como esos nubarrones negros que dejan empapados de silencios los rincones del tiempo pero pasan alejados por eso viento frío que viene del norte y deja impolutos los rincones del desconsuelo. Busco mi dama y solo soy un vagabundo que se detiene en los confines del mundo a contemplar toda esa belleza que se marchita cuando la roza la desidia, cuando los fantasmas de la rutina hacen de tu vida un castillo inexpugnable, cuando basta una mirada para dar por finalizada una guerra. Me gustaría encontrarme con la diosa fortuna y jugar una partida de dados con ella, jugar a juegos prohibidos con el destino y despertarme una mañana y que tú estés a mi lado. 


A ESA CAPERUCITA ROJA QUE SE ENAMORÓ DEL LOBO FEROZ
A LAS PRINCESAS DE CUENTO QUE NO ENCONTRARON SU PRÍNCIPE AZUL
A LAS NOCHES EN VELA POR LAS QUE PASEAN LAS DAMAS SIN NOMBRE
Y A LOS BESOS QUE NUNCA DARÉ PERO SIEMPRE TE BUSCARÁN

jueves, 27 de febrero de 2025

MOMENTOS TRÉMULOS

      Ya no me quedan corazones rotos, ni besos robados, ni miradas perdidas que desean ser encontradas. Ya no me despierto empapado en soledad y rodeado de silencio, ni escribo con lágrimas poemas heridos en la almohada, ya no me quedan palabras en mis labios ni reproches en el alma. He dejado que el tiempo se haga un ovillo y me he dormido entre las hebras del destino, he roto todas tus cartas y he borrado todos los mensajes del whatsapp, y aunque me duele la vida sé que hay que dejar que los sueños se vayan, que las risas se apaguen, que la distancia cure las heridas, que el olvido te abrace despacio. Puede ser que algún día nuestras miradas se crucen, nuestros corazones se hablen, que pueda dejarte una sonrisa en el buzón de tu casa. No lo sé, y tampoco es algo que ahora importe, cuando tú eras todo mi mundo yo no tenía cabida en el tuyo, cuando dibujaba corazones en la ventana de tu coche y mis besos correteaban por tu mirada a ti nada de eso te importaba, y ahora que no estoy, que vivo de prestado en los besos sin alma de mujeres sin nombre sé que la felicidad no está en los momentos que hemos compartido, en las calles silenciosas y vacías donde nos abrazaba el frío y quería sentir el calor de tu sonrisa, en las largas esperas donde no esperaba nada, en las palabras que no destilaban una pasión desbordada. Ya no me quedan versos paridos de mis entrañas, ni mis manos añoran el calor que manaba de las tuyas, ya no espero una palabra, una caricia, una mirada, un beso que de sentido a mi mundo, que me haga feliz por tan solo un segundo. Paseo solo, por los rincones de la tranquilidad, por los campos de sueños que ya no me hacen soñar, por los bares que, una vez, tú y yo solíamos frecuentar, y a veces cuando me alcanza el aliento de la soledad me siento en aquella mesa de la esquina donde solíamos desayunar, y en la más estricta intimidad dejo que mis recuerdos me acompañen sin más, dejo que la nostalgia se emborrache para que te pueda olvidar. 
     Ya no me quedan canciones que me hagan llorar, ni tardes en las que el tiempo se diluía entre miradas y risas, ni tan siquiera me queda Sabina para escuchar un "sin embargo te quiero" para decirte que tardé en olvidarte "19 días y 500 noches", ya no recorro esa autopista al infierno porque no tengo infierno donde llegar, porque no me importa donde mi alma pueda acabar, porque no hay corazón alguno al que quiera regresar. Me pierdo en las caderas de los sueños que pasan pero nunca se van a quedar, en la melancolía de los poetas que no saben escribir estrofas de amor, en las damas de hielo que nunca sabrán que mi corazón está hecho de fuego. Ya no dejo besos en los rincones de la espera para que tú los puedas encontrar, ni abro la puerta esperando que tu sonrisa me pueda abrazar, ya no dejo que mi sonrisa se escape y vuele tras de ti, que cada mirada te desnude y cada palabra te acaricie. Ya no siento ese frío en mis entrañas que me hacía temblar, ni derramo lágrimas sin saber por qué tenía que llorar,  Me siento en aquel viejo sofá donde te solía abrazar y ya no busco la felicidad, tan solo cierro los ojos y vuelo de nuevo al país de nunca jamás, a los besos que nunca más me volverán a dar, a los bares de copas y a los sueños que persigo en los páramos de la intimidad.


YA NO PERSIGO AMORES IMPOSIBLES
MUJERES QUE DEVORAN LA FANTASÍA
BESOS PERDIDOS EN LA MEMORIA
PLACERES INTIMOS QUE DEN SENTIDO A MI VIDA.
AQUELLOS OJOS QUE ME BESABAN
CON LA INOCENCIA DE UNA CARICIA PROHIBIDA.



sábado, 15 de febrero de 2025

LA BELLEZA DE LO INTANGIBLE

      Me he perdido en algún lugar del camino, en los entresijos de mil vidas dejé la mía, quise vivir en tantos corazones que al final no me quedé en ninguno y perseveré demasiado en la necesidad de pasiones que nunca necesité. He paseado por los ojos celestes de caprichos que me dejaron en los huesos, me acurruqué en ese cariño volátil que se escapa de las manos y cuando quieres acariciarlo ya no queda nada. He batallado por la belleza de lo intangible, por mujeres sin alma, por sonrisas vacías, por amores que nunca pude tener y me dejaron tatuada la melancolía en la piel del recuerdo. He deseado que el deseo me abrazase, que una mirada me dijese que me amaba, que unas manos inocentes jugasen a juegos prohibidos con mi corazón. He perdido lo que siempre tuve y lo que nunca llegué a tener, y ahora que viajo solo he dejado atrás la soledad, no sé donde estoy ni donde llegaré, con quien me encontraré y si merecerá la pena compartir un pedazo de mi cariño con las damas de noche que hallaré en este camino. Me he perdido, tal vez me perdí hace mucho tiempo, cuando cada palabra, cada gesto, cada mirada era una oda entonada al vacío, cuando escribía un compendio sobre amores imposibles y tú solo leías palabras minúsculas, cuando me exilié de mi vida para construir la tuya. He vivido enamorado de la belleza de lo intangible, atado al cariño que no se puede tocar, al deseo que no se puede alcanzar, a corazones tan distantes que necesitaría cientos de años luz para poderlos besar. No echo de menos nada pero me falta todo lo que tenía, no era mucho pero yo me conformaba con muy poco. Hay momentos en los que desearía volver, en los que me quedaría mirando tu belleza y nada más importaría, momentos en los que querría decirte lo mucho que te quiero y que eres mi necesidad, pero cada paso, cada cruce, cada encuentro me dice que seré más feliz sin ti, que las batallas que no puedes ganar no las debes luchar, que las mujeres que nunca te van a amar es mejor dejarlas marchar y que solo sean sueños que nunca vas a alcanzar, pedazos de felicidad rotos que es imposible reparar. Me he perdido persiguiendo tus silencios, la fría belleza que manaba de cada uno de tus gestos, enredado en un amor no correspondido, y ya no quiero volver, no necesito volver, encontrar el camino que perdí, mirarte a los ojos y contemplar el inmenso vacío, buscar tus besos y saber que se han ido, escribir versos que para ti no tienen ningún sentido. Me he perdido, lo sé, pero cuando vives atado a la belleza de lo intangible debes saber que la tristeza te alcanzará más tarde o más temprano, que no habrá un corazón para refugiarte cuando llegue el frío, que te has enamorado de la soledad.


TE HE BUSCADO EN MIL MUNDOS, 
EN LA INMENSIDAD DEL UNIVERSO,
EN GALAXIAS TAN LEJANAS 
QUE SOLO EL CORAZÓN PUEDE LLEGAR,
HABITÉ LA FELICIDAD QUE SE ENCUENTRA EN EL CAMINO
LAS RISAS DE PASO Y LOS BESOS PERDIDOS,
Y CUANDO LLEGUÉ A LAS PUERTAS DEL DESTINO 
NO ENCONTRÉ LA MUJER QUE BUSCABA
TAN SOLO HALLÉ A MIS SUEÑOS MALHERIDOS.