Recordaré la tristeza de tu mirada, la aridez de tus manos desnudas, el páramo desolado de tu rostro húmedo cuando el tiempo me regale de nuevo tu presencia y el deseo solo sea un tímido escalofrío en los albores de la memoria.
Un beso es un deseo que rompe contra unos labios anhelantes y se convierte en un sueño húmedo.