viernes, 7 de junio de 2019

SERES QUERIDOS

Despiértame cuando se acabe la tristeza, cuando las lágrimas dejen de correr por las mejillas. Despiértame cuando el sol y la luna se encuentren una mañana, cuando la poesía se escriba solo con miradas. Despiértame cuando vuelvas de ese viaje sin retorno, cuando la vida no sea un crudo invierno. Deja que duerma hasta que los besos me despierten, hasta que pueda sentir el olor del cariño en lo más hondo de mis sueños. Deja que duerma y vela mi sueño hasta que un día tu sonrisa vuelva a jugar en los rincones de mi alma, hasta que sienta que vuelves a mi lado y te acurrucas, de nuevo, en mi cama. Despiértame cuando la terrible soledad solo sea un espejismo, cuando tus recuerdos vuelvan de viaje y no me hagan daño en los sentidos. Despiértame cuando pueda ver de nuevo tu sonrisa, cuando la muerte no sea tan despiadada, cuando el tiempo me devuelva tus caricias. Deja que duerma, no te preocupes, a veces es mejor estar dormido que abrir los ojos y llorar por todo aquello que habita en el olvido. Deja que en mis sueños aún pueda pasear contigo, sentir el calor de tus manos cuando hace tanto frío, mirarte a los ojos y saber que has existido.
Despiértame cuando pueda abrazarte de nuevo, cuando baste un suspiro para dar aliento al resto de mi vida, cuando pueda pasear por el pasado y no me abata la melancolía. Despiértame cuando el dolor no sea tan insoportable, cuando los días sean amables y las horas no permanezcan atadas a tu risa. Despiértame cuando la nieve se derrita y no quede una esquirla de hielo en los recuerdos, cuando el verano haya regresado de su exilio. Deja que duerma aunque la vida pase y no me espere, aunque me pierda tantos besos como estrellas habitan en el cielo; es mejor estar dormido que vivir e ir dejando que los anhelos mueran despacito.
Despiértame cuando pueda volver a aquella vida donde la felicidad era mi amiga, cuando el estruendo de tus palabras retumbe en lo más hondo de mis entrañas, cuando la ausencia se haya ido. Despiértame cuando enero sea abril, cuando las golondrinas vuelvan a revolotear en mi ventana, cuando las miradas perdidas no me hagan daño en el alma. Despiértame cuando pueda sentir el perfume que desprendía cada uno de tus gestos, cuando la dulzura habite, de nuevo, en las letras de tu nombre, cuando vuelva a entrar en casa y no solo me reciba tu silencio. Despiértame cuando pueda volver a abrir los ojos y me encuentre, como siempre, con la sinceridad de tu cariño.


A QUIENES TE AMAN SIN REPAROS
A QUIENES TE REGALAN SU CARIÑO SIN REPROCHES
A TODAS AQUELLAS PERSONAS QUE AMO
PERO EL TIEMPO LAS HA ARREBATADO DE MI LADO.