La locura es no besar a la felicidad, no recostar tus sueños en el regazo del deseo, no dejar que unos ojos te regalen un tímido "te quiero". Despertar una mañana y mirar a la cara de la soledad porque el amor se declaró en huelga de celos y se marchó vestido con un traje de fríos anhelos. La locura sería dejarte marchar mientras el tiempo se llena de pena y mi corazón se inyecta tristeza en sus venas. Olvidar lo inolvidable, sentarse en el borde del tiempo y dejar que pasen sonrisas que buscan tus labios pero solo encuentran el amargo sabor de la partida. Permitir una caricia que toque el recuerdo pero olvidar la pasión que desborda el olvido e inunda la espera. La locura sería besar otros labios cuando sueño los tuyos, recorrer un cuerpo desnudo cuando el tuyo se aferra a mi pecho, escribir canciones de amor cuando el amor lo conforma tu débil recuerdo. Pedir imposibles cuando lo imposible tiene tu nombre y habita en el infinito de tu ausencia maldita. Calmar mi pena con el elixir de la falsa belleza, soñar cuando los sueños son estrellas errantes que emiten tristeza. La locura sería vivir en otro pecho cuando es tu pecho el que me arrebata mi aliento, cuando las manos se hacen añicos al tocar el frío que destila tu cuerpo, cuando cambio tus labios por unos labios sin dueño. La locura sería amar sin ser correspondido y esperar que el cariño surja del olvido. Entregar el corazón para bañarlo en lujuria y dejarlo árido de amores eternos. Buscar una mano que te muestre el camino y dejar atrás todos los corazones que alguna vez te han querido, que la realidad te devore por dentro y hacer de la melancolía un hogar perpetuo. Pedir besos al cariño cuando los corazones van a la guerra y esperar que la fría condena del reproche no manche de dudas la devoción. La locura sería quedarme atado a los amores de paso que dejan anhelos preciosos y olvidar el paraíso por donde pasean mis sueños, el sabor de tus labios que evocan promesas perdidas en los laberintos de celos. La locura es olvidar cuando no existe el olvido, cuando el amor se muere y vas a su entierro, cuando persigues quimeras que solo existen en tu alma y vagas herido por amores sin dueño que te piden auxilio. Sentarte a esperar que vuelvan los besos heridos que se murieron de angustia en labios perdidos. La locura es destruir todo lo que amas por miedo a que el tiempo te robe el amor.

LA LOCURA ES NO PERSEGUIR TUS SUEÑOS
POR MIEDO A NO ALCANZARLOS.
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