SIN PALABRAS

No son necesarias las palabras cuando los ojos escriben el amor con la ternura de una mirada. Cuando las manos se hacen promesas invisibles que rozan la delgada linea del deseo carnal. Cuando cierras los ojos y aspiras ese tenue aroma que regala la felicidad que pasa y deja un beso eterno en la memoria. No son necesarias las palabras cuando sueña el corazón y construye entelequias donde habitan los anhelos que desvisten la belleza de un cuerpo de mujer. Cuando el silencio se llena de gemidos y las promesas se transforman en delicados besos que perfuman los sentidos. Cuando abres los ojos y el deseo duerme desnudo en tu cama tras desafiar a una noche de lujuria. No son necesarias las palabras cuando los latidos del corazón componen delicadas melodías hechas con los suspiros del amor, cuando la inocencia se encuentra cara a cara con los encantos que regala la desnudez y solo queda una estela hecha con las abruptas notas del placer. Cuando la tristeza galante se hace cortesía y la vida es un esplendido canto a la alegría. Cuando una sonrisa derrota la amargura de una lágrima y transforma un rostro mustio en un glosario perfumado con poesía. Cuando la melancolía sale a pasear por los jardines del recuerdo y el pasado es un manantial donde sacias tus anhelos. Cuando el tiempo es una brisa que acaricia y no una tormenta que destruye el cariño con la furia de una pasión rota. No son necesarias las palabras cuando hay labios escondidos que regalan toda la felicidad del mundo sin decir nada. Cuando el destino está escrito en unos pechos erectos que besan la lascivia. Cuando unas nalgas escriben con pasos decididos erecciones fugaces que rozan la eterna fantasía. No son necesarias las palabras cuando sueña el corazón y sus latidos dejan tatuados besos nunca dados que habitan por siempre en los fastos del recuerdo.

NO SON NECESARIAS PALABRAS CUANDO UNA MIRADA LO DICE TODO.

NO SON NECESARIAS PALABRAS CUANDO EL CORAZÓN NO SE CALLA.