Navego por el verde de tus ojos hasta quedar varado en la dulzura de tu labios. Escribo amores eternos en las palmas de tus manos con la pluma de mis dedos. Construyo el deseo con el vuelo de mis besos en los arrecifes de tu cuerpo. Mi corazón es un velero surcando la dulzura de tus sueños.

Creo que tus besos tienen el don de sanar la nostalgia, que tus miradas pueden curar las heridas que deja el olvido, que tus manos devuelven el amor a los corazones perdidos, que tus miradas alivian la tristeza que camina conmigo.

Se posó en mi pensamiento como una tímida alondra jugueteando con la felicidad.

Sus besos dibujaron promesas en la piel, tatuajes efímeros que adornan el corazón de un arquitecto de palabras, versos de saliva contenidos en el blanco pulcro del deseo. Pequeñas estrofas que dan forma al amor y dejan un sabor a melancolía que endulza el alma. Besos que habitan el olvido y lo llenan de recuerdos.

No hay cicatrices más horrendas que las que deja la traición  de aquellos a quienes amas. Son heridas que desfiguran para siempre la belleza de tu alma.

Puedo dejar que la vida se vaya, que la tristeza me abrume con sus besos vacíos, que la locura me haga el amor con sus caricias blasfemas, pero cuando cierro los ojos son tus besos, tus caricias, las que visitan mis noches tristes, es tu recuerdo el que da sentido a mi vida. 

Te doy mi amor, es lo que más valor tiene en mi vida porque está hecho de ti.

Cada lágrima que derramas es una herida abierta en mi corazón.

AURORA DE SENTIMIENTOS

La luz se refleja en la serenidad de tu rostro rozando el perfume opaco de tu sueño. Te miro mientras caminas por los cálidos parajes de un descanso edulcorado, mientras tu pecho se mece con el acorde pausado de notas infinitas que escriben sonrisas. Mi mano roza la ternura que mana del silencio que escapa de tu cuerpo e inunda la habitación con deseos intangibles, con aromas a besos nunca dados que descansan en la soledad de tus labios. Escucho el latido de tu corazón que se hace armonía en mis oídos, que compone sinfonías en la partitura de mi alma, que deja un sonido eterno en un amor que se adhiere a mis anhelos. Contemplo toda  la belleza dormida que emana de tu cuerpo, toda la dulzura que se esparce por la cama y roza la punta de mis dedos, todo el amor que descansa arropado por mis sueños. El silencio se hace jirones con la prosa de tu cuerpo, un manantial de placer que se esparce por mis manos y fluye por la yema de mis dedos hasta inundar el deseo de suspiros. 
No dejo que el sueño me venza para deleitar el paladar de mis sentidos con la belleza que supura tu inocencia y mancha de sonrisas la placidez de tu reposo. Princesa dormida envuelta en la armonía que componen los trazos de tu rostro, labios huérfanos que piden con los gritos del silencio un beso que la despierte del olvido, un racimo de dulzura esparcido entre las sábanas perfumando mis sentidos. Es el amor que vive de caricias diarias y se esparce por los rincones de la vida, que se queda a vivir en la sencillez de un corazón que huye de la soledad y se refugia en la eterna compañía de tus abrazos.

ERES LA AURORA QUE TRAE EL AMOR A MI SOLEDAD.

La belleza del alma hace que florezca el amor en la oscuridad de los corazones abandonados.

Tu mirada es poesía esparcida por el aire, tu sonrisa prosa que acaricia los sentidos, tus besos alimento que sacia la hambruna del corazón.

Me visto con la luz que irradia tu sonrisa, con la tersura que se despereza de tus manos y se ruboriza entre mi sexo, con la pureza de tu mirada que se derrama por mi cuerpo y deja una huella imperecedera de ternura en los campos deliciosos de la memoria.

El tiempo se ha hecho besos, caricias que se duermen en mi cuerpo y juegan en el jardín de las delicias de un deseo que danza desnudo entre dos cuerpos, palabras que hacen cosquillas al silencio y se burlan de la ausencia, aliento que da vida a la felicidad, que ahora, siempre me hace compañía.

Permite que mi amor pasee por tu cuerpo, que mis labios escriban versos en tu piel, que la noche nunca se haga día y que mi amor sea la banda sonora de tu vida.

Hay amores por los que merece la pena luchar, personas por las que merece la pena llorar y corazones en los que  merece la pena vivir.