Te busco y no te encuentro, sé donde estás, solo he de cerrar los ojos y te puedo encontrar, en las páginas de un libro que una vez me regalaste por nuestra amistad, en aquella vieja fotografía de una juventud sin final, en una simple palabra que se hace cariño en la memoria. El mundo es un poco más sórdido, más trágico, más inhumano sin ti, sin tu risa bailando en las estanterías de un pasado que ha perdido el futuro, de un presente raído que masculla poemas hechos de ausencias.
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