Hay
días grises,
turbios,
aciagos,
broches
de turquesas
heridos
por el llanto.
Hay
días celestes,
espléndidos,
cálidos,
aromas
de jazmines
bostezando
a la alegría.
Hay
días celosos
gladiadores,
perezosos,
guerreros
de claridad
abatidos
por las horas.
Hay
días hermosos,
radiantes,
perfectos,
poemas
de luz
prendidos
en los ojos.
Hay
días incómodos,
insolentes,
altaneros,
coronas
de espinas
ceñidos
al hastío.
Hay
días insolentes
pendencieros,
egoístas,
desfile
de protestas
decorados
por la pena.
Hay
días coquetos,
traviesos,
juguetones,
estela
de sonetos
masticando
el orgullo.
Hay
días llorosos,
perdidos,
tristes,
palacios
de nubes
paseando
su calvario.
Hay
días opacos,
frágiles,
quebradizos,
astillas
de cristales
clavados
en las manos.
Hay
días sinceros,
escuálidos,
serenos,
lágrimas
del tiempo
llovidos
desde el cielo.
Hay
días dormidos,
perpetuos,
aburridos,
cascadas
de reproches
atrapados
por los celos.
Hay
días eternos,
longevos,
perennes,
calima
de momentos
aferrados
a las tripas.
Hay
días………….
escritos
en la vida
versos
sin rima
tatuados
en la piel.
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