No me sorprende tu olvido
aunque un día me sorprendió
tu amor mucho más,
porque todo lo que yo te he amado
eso nunca lo sabrás.
Los besos que cruzaron
el abismo de tu indiferencia
se debaten silenciosos
en mis labios que claman
tu regreso.
No persigo las notas de tu cuerpo
por el hastío de tu mirada
solo necesito que me abraces
y acurrucarme en tus palabras.
Me perderé en las falacias
que bañan mi pasado
en las caricias que tomaste
de mi cuerpo abandonado.
No preguntes por mis sueños
solo sé de pesadillas
de tus cabellos de princesa
haciéndome cosquillas.
Cada despertar es un alarido,
un poema ausente
de mi corazón herido,
de la angustia del presente.
No me sorprenden tus palabras
las mentiras que crecían
la soledad que destilabas
cuando paseabas a mi lado.
Solicito de este mundo vacío
un visado que te permita regresar
una orden de cercanía
para poder volverte a abrazar.
Sé que te has marchado
envuelta en amores inocuos
en pasiones de mercado
que una vez te deslumbraron.
Ya no has de volver
al calor de mis abrazos
al amor de unos pasos
que amaban todo tu ser
Es una triste despedida
la partida de un amor eterno
el sonido de unos besos rotos
y esparcidos por la vida.
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