El tiempo se dilata en los placeres de tu cuerpo, se esconde entre los besos que pasean por el deseo, se hace caricias en la necesidad de unas manos que dibujan sentimientos. Paladeo tu sonrisa con la pasión que habita en mis ojos, con las palabras de amor que solo puede entonar el corazón, con la bendita lujuria que nace del amor.
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