No busco dormir entre tus besos, ni dejar que tu mirada juegue con la mía, ni pronunciar unos míseros versos que le hagan el amor a tu corazón. No busco que tu sonrisa se acurruque entre mis labios, que tus manos jueguen a caricias con las mías, que tu cuerpo sea un parque de recreo para mi traviesa fantasía. Solo quiero cerrar los ojos y que por un instante el amor se haga poesía, que cada suspiro sea un verso escrito con saliva en lo más profundo de tu alma. Soñar con la belleza que desprende el eco de tus pasos, permitir que mi razón corra desbocada tras la estela que deja tu locura, que mi espera haga el amor con la dulzura de tus ojos. Solo quiero dejar una mirada en las curvas de tu cuerpo, una caricia en la belleza serena que mana del deseo, un beso allá donde nadie pudo besarte. Necesito que las ausencias estén salpicadas de tus gestos y que pueda recostar mi corazón en todos tus recuerdos. Abrir los ojos y que tu belleza bese mis pupilas sin importar la distancia ni el tiempo consumido, entrar en casa y gritar tu nombre sin esperar que el aire me traiga una respuesta, contemplar la cama deshecha y que se me erice el corazón. Solo quiero que los días sean un precioso paseo por los lugares que me dejó tu compañía, que una palabra me traiga a la memoria tu sonrisa, que los pecados cometidos sean todos en tu nombre.
No existe la soledad cuando en la mente habitan los recuerdos, cuando basta abrazar un momento del pasado para hacer del presente un jardín de la alegría, cuando no necesitas nada porque lo tienes todo con tan solo cerrar los ojos un instante. No quiero pasear por un corazón huérfano de besos donde tan solo crece el desamparo, quiero que la vida sea un poema hecho de caricias y que cada mañana me despierte con una sonrisa paseando por la ternura de tu cuerpo hecho verso adormecido.
SI UN CORAZÓN SE ROMPE REPÁRALO SIEMPRE CON BESOS
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