Reinas en mi
noche,
preciosa,
como la guardiana
de mi amor,
cierro los ojos
y viajo a tu
reino, y te beso,
y soy feliz.
Eres el paraíso
que perdí
y cada noche
siempre, vuelvo a
ti.
Te espero, te amo,
la noche me lleva
hasta tus brazos,
¡que felicidad!
y que tristeza
despertar
bañado en mi terca
soledad.
Te amo, esperando
tu regreso hasta
mis labios.
La noche es el
reino de los dos,
un reino mágico,
donde aún pervive
nuestro amor.
No quiero la
mañana
la luz del día
que te aleja de mi
cama,
quiero un sueño
eterno
que me ate,
para siempre,
a los besos de mi
dama.
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