Aunque el tiempo y la distancias se hagan infinitas, aunque en el mundo reine el silencio y ya no haya más poesía tu sonrisa siempre creará versos en lo más recóndito de mi alma. El mundo es una vaguada de miedos y melancolía, un lugar maldito donde las ausencias se llenan de lágrimas vertidas, un caudal vacío de recuerdos rotos esparcidos por la memoria. Hoy que nos separa un continente, que la vida ha sido carcomida por el silencio y las sonrisas solo son estandartes que ondean en el pasado aún sueño tus abrazos, tus canastas, tu genio desatado en un corazón que nunca ha olvidado. La belleza tibia e inocente que habitaba en cada uno de tus gestos, el cariño que manaba a borbotones de tus manos y se esparcía por los salones de la felicidad. Ahora que han pasado las tormentas, que las guerras han terminado y solo ha habido derrotados quiero decirte que el amor nunca se muere, dormita como un cachorro herido esperando que el tiempo sane todas sus heridas, bosteza de melancolía soñando momentos, imaginando lo que podía haber sido pero nunca fue, escribiendo en el aire anhelos que solo se pueden cumplir en los más profundos pensamientos. Tú que dibujaste un mundo perfecto, que corrías desbocada por los campos de sueños y te recostabas a mi lado sin decir nada, que dejabas que tu corazón fuese el mío, que hacías de cada momento un precioso regalo te has ido. Al menos eso crees tú, que te fuiste para no volver, que en el libro de la vida terminaste un capítulo y querías empezar a leer un libro nuevo, solo era un capítulo pero no el final de una historia que está escrita por los dos, solo era una pausa para respirar, solo era una página en blanco donde aún tenemos que escribir nuestro final.

LAS HISTORIAS DE AMOR NO ACABAN
HASTA QUE EL CORAZÓN NO OLVIDA.
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