miércoles, 27 de enero de 2021

EN ALGÚN LUGAR

     Busco tus besos en el mapa gastado de los deseos rotos, tus palabras en los silencios que brotan del alma. La algarabía de los niños jugando mientras tu sonrisa me saludaba a diario, las miradas que hablaban solas y las despedidas que eran un "hasta mañana". Las horas que pasaban deprisa entre juegos y risas, las tardes que se hacían infinitas con un balón en las manos, las jugadas que dejaban un aroma tenue a felicidad compartida. Busco tu mano acariciando la mía, los partidos en pos de la gloria donde tus canastas eran la vida, los momentos pintados con tu más delicada sonrisa. El banquillo vacío donde tu soledad era mi compañía, los croissants sin chocolate que compartíamos a medias, las fórmulas matemáticas que dibujaban la trigonometría. Busco esos gestos pequeños que daban sentido a la vida, los desafíos lanzando triples donde la victoria solo era una excusa, las derrotas bañadas en lágrimas y las victorias que me llenan de orgullo. Las noches en vela antes de cada partido, tu imagen creando poesía en un campo de baloncesto, las canastas falladas y tu mirada pidiendo indulgencia. Busco ese instante donde te cambiabas de ropa, el momento en el que termina un partido y me abrazas sin mediar ni una sola palabra, las conversaciones banales que nos llevaban hasta tu casa. Los entrenamientos donde la derrota era una tragedia y la victoria un colmo de burlas, la competitividad que te hace ser tan especial y esa forma tuya que tienes de mirar, la profe rodeada de niños enmarcada en la tenue luz del atardecer y la sonrisa que ilumina el pabellón cuando tú entras en él. Busco ese gesto imperceptible que acapara un mundo, las tardes de los viernes cuando el tiempo se detenía en cualquier pabellón, las mañanas de los sábados donde la felicidad corría por la pista de juego.
El mundo se ha llenado de silencios, de ausencias impuestas que dejan un vacío amargo en el corazón, pero cuando cierro los ojos es tu voz la que escucho y cuando paseo por el jardín de mis recuerdos es tu belleza la que me acompaña a diario. Tú has hecho del baloncesto el deporte más bello, has hecho que este juego se convierta en un sueño eterno.


EN ALGÚN LUGAR DEL TIEMPO
VOLVERÉ A ENCONTRARME CON TU SONRISA
CON LOS PASES OLVIDADOS Y LOS BESOS NUNCA DADOS.
EN ALGÚN LUGAR DEL TIEMPO
VOLVEREMOS A JUGAR UN UNO CONTRA UNO
COMO SI EL TIEMPO JAMÁS HUBIESE PASADO,
COMO SI SOLO IMPORTASE EN ESE INSTANTE
TUS CANASTAS, TU SONRISA Y UN BALÓN,
COMO SI EL MUNDO ENTERO SOLO FUESEMOS TÚ Y YO.


lunes, 18 de enero de 2021

Se acurrucó en el corazón y dejó que el tiempo pasase sin prisa, que el amor madurase despacio, que los besos se hiciesen adultos y las caricias descubrieran su cuerpo. Dejó que su corazón latiese deprisa y la pasión se consumiera en el placer que desprendían sus labios, que las miradas se hiciesen promesas y las palabras engendraran silencios eternos.

Deja que tus besos viajen a lugares prohibidos, que tus manos escriban caricias en la piel del destino. Deja que las noches nunca terminen y las lágrimas se sequen deprisa, que los sueños no sean quimeras y el amor no se muera de pena. Deja que te abrace sin pronunciar una sola palabra, que esta noche sea una oda entonada a la belleza que desprende tu cuerpo. Deja que la pasión se recueste a tu lado que para cuando el alba bostece solo nos quedará el pasado.

lunes, 11 de enero de 2021

CALLE DEL OLVIDO

He despertado entre la bruma de la necesidad y el blanco manto de la nostalgia, ataviado con los viejos sueños que nunca me abandonan y hambriento de unos mendrugos de felicidad. Esa felicidad efímera que pasa como una tormenta y deja sonrisas en los rincones más inaccesibles del alma, ese aroma que a veces se hace imperceptible pero basta cerrar los ojos un instante para percibir una gama cromática de sensaciones que azuzan los recuerdos. El tiempo se desliza con quietud, inexorable, como la arena que avanza incansable aunque parezca que nunca se mueve, pero su belleza estática lo devora todo a su paso, y cuando abres los ojos ya no queda nada, solo el silencio que revolotea entre las manos vacías y los amigos olvidados. Sueños rotos, desvencijados en algún oscuro rincón del corazón, amores imposibles que dan forma al deseo y dejan un lastre de cenizas en los cuerpos gastados de damas etéreas que escriben melodías inacabadas en la partitura de la melancolía. El viento sopla, frío como los sentimientos no correspondidos, como las sonrisas dibujadas por la cortesía y las miradas que perdonan la vida. No queda tiempo para pedir perdón, para dejar una caricia furtiva en el rostro de la tristeza, para escribir unos versos en el corazón del infortunio. Retazos de besos caducos manchando de saliva las escuálidas curvas de la ternura, la mirada triste de quien sabe que no tiene nada y solo busca un regazo cálido donde dejar descansar sus maltrechas penas. El tiempo huele a soledad, a mujeres banales que solo fueron aves de paso, a sexo gastado deprisa en las esquinas de las pasiones rotas. No hay bandas sonoras, ni finales felices, ni un último beso escrito sobre unos labios que saben a gloria, solo queda el murmullo de unos latidos difusos que se apagan con el paso del tiempo, de unas palabras que no dicen nada porque el silencio les ganó la batalla, de un amor no correspondido que pasea su tristeza por las desoladas calles del olvido, pero cuando cierro los ojos es mi sonrisa la que escapa de esos besos que una vez pasearon su gracia por la felicidad de mis labios.


HABITO PRISIONES DE RECUERDOS
CORAZONES HERIDOS QUE SANGRAN DE FRÍO
HABITO EN LA CALLE DEL OLVIDO
DONDE SE MUEREN LOS AMORES PERDIDOS.