miércoles, 24 de marzo de 2021
RETRATO DE LA SOLEDAD
martes, 16 de marzo de 2021
MI ADOLESCENCIA
martes, 9 de marzo de 2021
PALABRAS ROTAS
Perdí mi poesía, no sé dónde ni sé cuándo, solo sé que mis versos ya no acomodan su belleza en los pliegues de mis labios, que las palabras han perdido el ímpetu arrollador que derramaban sobre un papel inmaculado, que los poemas ya no corren desbocados por mi ser, que el silencio reina donde antes los vocablos desnudaban cuerpos de mujer. Perdí mi poesía aquel día que unos ojos dejaron de besarme y esos besos emigraron a otros corazones en los que querían volver a florecer, una tarde nublada donde la lluvia era un manto de lágrimas contenidas en un cielo que mis manos jamás volverían a tocar, en las curvas del camino donde mueren de inanición los deseos abandonados. Busco las palabras en la vida como un vagabundo busca los restos de sus anhelos entre la basura que dejan las doncellas haitadas de agasajos, como el mar busca los sonidos entre el rumor de las olas que lo mecen, como la mirada de un niño que reparte al mundo todo su cariño. Perdí mi poesía en los campos de batalla donde los amores rotos solo se alimentan de desgracias, en las calles vacías donde el amor se vende a plazos por las esquinas, en el viento frío que me ha helado hasta el alma. Perdí cada una de mis palabras en las habitaciones oscuras donde el deseo no se desnuda por miedo a perder su belleza, en las camas deshechas donde las sábanas arrugadas esconden besos fingidos, en los cuerpos de mujeres que nunca supieron componer con su pasión un glosario de lascivia. Perdí el don de engendrar versos en las matrices vetustas de sueños robados por la melancolía, en los labios resecos de pasiones tan frías que apagaban el fuego, en algún corazón tan hermoso que su solo recuerdo da forma a una opaca tristeza. Perdí mi poesía entre las manos gastadas que me retiraron el placer de sus caricias, entre los amaneceres tullidos donde solo me encontraba una cama vacía, entre las sonrisas inocentes que desprendían un perfume a cariño. Pero a veces, cuando la vida se para un momento en los ojos de un placer que se diluye sin prisa en el fondo de mis pupilas siento el deseo irrefrenable de conservar ese instante con un mohín de palabras que escriben poesía con la mirada.