RECUERDOS DULCES

Mi corazón navega en calma por la inmensidad de tu recuerdo, atracando en los puertos que componen mil caricias compartidas. Sonata triste de ausencias cautivas, melodías inacabadas de miradas dulces que dejan un sabor a melancolía. Canciones escritas con el dulce sabor de la nostalgia, con palabras que retozan en el pensamiento y hacen el amor con los sentidos. Sonata plácida de besos esculpidos en los rincones de la espera, miradas que se quedaron cautivas en unos ojos que no miran, acarician. Las habitaciones vacías, huérfanas del perfume que deja tu cuerpo cuando se desnuda y coquetea con el deseo, ahora se hallan mustias, ajadas por tu ausencia, rotas por el sabor que dejó tu sonrisa. Lágrimas jóvenes derramadas sobre recuerdos antiguos, pecados que se mueren de olvido porque la lujuria se ha ido contigo. El desamparo camina desnudo y se burla de la felicidad que has dejado en los rincones del cariño, se mofa de cada uno de los sueños que me cosiste en el corazón para que la soledad nunca pudiese hacer el amor conmigo. En la oscuridad beso tu recuerdo, me recuesto en tu ausencia y cierro los ojos para poder sentir como el perfume de tus caricias aún corre desbocado por la memoria de mis sentidos. Dejo que mi imaginación baile con tu memoria, que mis manos rocen el esplendor hecho poesía de tus labios regalando besos de alegría, de las noches que se hicieron días recostada en mi regazo, de las palabras que se quedaron escritas en la memoria del placer, de los anhelos que se escribían con tu cuerpo de mujer. Nunca me siento solo, a pesar de la distancia, de la ausencia de tus besos, de la tristeza que deja su huella en mi existencia, porque solo necesito cerrar los ojos un momento para estar de nuevo paseando por tus labios, recorriendo el paraíso de tu cuerpo cálido que se estremece con mis manos, para dejar de ser un naufrago perdido en tu ausencia y beber del elixir que destila tu recuerdo, para saborear la belleza que mana del pasado y endulza el presente que suspira por tus labios.

NO HAY BELLEZA MÁS PURA QUE DOS PEZONES ERECTOS

PIDIENDO UNOS LABIOS QUE LOS AGASAJEN CON BESOS.