Te amo cada segundo de mi vida. Te amo con cada fibra de mi cuerpo. Te amo en tus ausencias y aún más en tus presencias. Te amo cuando estás triste porque la melancolía te hace aún más bella, y te amo cuando sonríes porque dibujas sueños con tus labios. Te amo y cuido ese amor a diario porque no quiero que el olvido se enrede en mis entrañas, porque no quiero vivir en la oscuridad de tu ausencia. Te amo desde que despierto y tu recuerdo me hace compañía hasta que el sueño me vence y viajo a tu regazo. Te amo aunque la distancia sea infinita y el tiempo se haga hielo entre las manos. Te amo cuando la soledad es mi triste compañía y los besos escapan de mis labios para perderse en los laberintos de noches vacías. Te amo aunque el silencio sea un mar embravecido donde naufragan todos mis anhelos y la tristeza sea mi amante pasajera. Te amo cuando la furia desatada de tu genio es una tormenta perfecta que desnuda mis sentidos. Te amo cuando escribes con el perfume de tu piel versos hechos de deseo. Te amo en la melancolía que se desprende de la memoria y mancha de rubor el pensamiento. Te amo cuando duermes y tu belleza se me escapa entre los dedos. Te amo aunque la vida no te devuelva nunca a mi lado y los días sean pobres huérfanos de tus caricias. Te amo y eso está escrito en la eternidad.

TE AMO CUANDO TE PIENSO
TE DESEO CUANDO TE SUEÑO
ESTÁS HECHA DE SUEÑOS Y DESEO
DE CARICIAS SOÑADAS Y BESOS INVENTADOS.
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