No hay nada más limpio que la sonrisa de alguien que te quiere, la mirada de alguien a quien le importas y la mano de alguien a quien encomiendas tu destino.

Te miro en la distancia como esos sueños que tienes al alcance de la mano pero no te atreves a tocarlos por miedo a perderlos para siempre.

EL DESTINO HABITA EN UNOS LABIOS DE MUJER

Es el destino que me alcanza, que me abraza con los brazos de una mujer que se hace espuma en los acantilados de mi cuerpo, que inunda mi alma como una ola de deseo que estremece el corazón. Una tormenta que devora la tristeza y deja a su paso una felicidad que perdura en las entrañas. Una fiesta que se celebra en el parque de recreo de tu sonrisa que florece en los albores del invierno. Un suave perfume a miradas que acaricia el paladar de un amor que se estremece bañado por tus besos. Cantinela tenue de caricias que se esparcen por la piel como hojas que escapan de las ramas de tus dedos y se posan en la melancolía que fluye de la añoranza. Paseo por el camino que dibuja tu risa cuando se encuentran nuestros ojos, cuando tus pupilas me dejan un "te quiero" en la soledad de mi iris, cuando el tiempo se hace susurros alimentando con dulzura un alma que roza tus sentidos. Vendaval de sensaciones que recorren un cuerpo abandonado, que se hacen tormenta de verano cuando rozan mis labios, que escribe con besos un diario de amores contenidos. Odas blasfemas tatuadas en las oquedades de tu cuerpo, delirios que manchan de rubor tus mejillas y se hacen fuego en labios escondidos que se mueren de deseo. Es el destino que se disfraza de mujer, que se esconde entre las curvas cálidas de un cuerpo que exhala pasión y solo quiere que unos besos jueguen en el prado desnudo de sus sueños. Una mujer que se hace vida y con su aliento alimenta de promesas un corazón hecho de delirios.

EL DESTINO SE ENCUENTRA ENTRE TUS LABIOS

EN LA DULZURA DE TUS PECHOS DESNUDOS,

EN LA TERNURA DE TU CUERPO VIRGEN

QUE EXPLORAN LA TERNURA DE MIS SENTIDOS.

Mis manos son los deseos de mi corazón acariciando los parajes de tu cuerpo desnudo.

No sé componer poemas de amor ni escribir palabras con el corazón, pero puedo decir con una mirada todo lo que mi alma te ama y con una caricia lo que te necesita mi vida.

En el desierto de tu ausencia se encuentra el oasis de tus recuerdos.

Ahora puedo mirar tus ojos, sentir como tu corazón se acelera cuando mis labios rozan tu piel, jugar con tu sonrisa y dejar que el tiempo se llene de ti. Reflejar mi felicidad en tus pupilas, envolver mi cuerpo en la dulzura de tu voz y firmar el presente con la pasión de tus besos. 

Corro por los laberintos del tiempo para encontrar tu mirada, para que tus ojos me guíen hasta la felicidad de tu pecho.

Me alimento de la felicidad que escapa de tus labios cuando regalas la ternura de tu sonrisa.

Ante la tristeza solo hay un antídoto, tus besos.

Mi sonrisa es un canto diario a tu belleza, a los besos compartidos que hacen de la vida un dulce paseo, a ese corazón que despliega su amor con cada latido, a la dulzura que viste tus gestos y el cariño que regalan tus manos.

NO PUEDO OLVIDAR ...........

No puedo olvidar tus ojos, el color añil de tu mirada perdida en el horizonte de un amor dulce. La ternura que se deshace cuando tu sonrisa queda suspendida en el aire para dar armonía a la belleza de tu rostro. Las manos donde se cobija el deseo y se hace tormenta cuando roza las costas de mi cuerpo. Tus palabras que se tornan caricias tibias en la piel de un corazón que se alimenta con tu nombre. El aliento que dejan tus suspiros cuando huyen de tus labios para vivir en las fronteras de los míos. El delicioso rumor de tus besos inundando los parajes íntimos de la pasión desbordada, dejando sus huellas diminutas de cariño en el mapa de la felicidad. El perfume que impregna tu ropa y se esparce por mi memoria cuando paseas por mi vida y dejas la impronta de tu risa. No puedo olvidar que solo tenía que cruzar la habitación para estar a tu lado y ahora debo recorrer el mundo para sentir el latido de tu corazón abandonado. La dulzura que se derrama por mi pensamiento cuando contemplo la placidez de tu sueño y no puedo dejar de esbozar una sonrisa, y no puedo contener el deseo de dejar una caricia en la tersura de tus mejillas sonrosadas. Los paseos que se vestían con estrellas y el calor de tu regazo donde abandonaba mis sentidos. El sonido de tus pasos anunciando el esplendor de tu belleza y los silencios que presagiaban el regalo de tus besos. No puedo olvidar que tu ausencia se disfraza de traviesa fantasía y que aún en la distancia sé que solo eres mía.

NO PUEDO OLVIDAR QUE MI HOGAR ESTÁ EN TU CORAZÓN 

Y MI FELICIDAD EN LA DULZURA DE TUS LABIOS

Las lágrimas del corazón son las más amargas.

Todos los besos del mundo no bastan cuando el corazón llora de amor.

Camino entre la tristeza que me trae el aire gélido de la nostalgia y la felicidad que me deja la brisa suave de los recuerdos.

Contempló como el atardecer se manchaba de colores vivos mientras el horizonte ardía por doquier. Una amalgama de lenguas de fuego acariciando un día moribundo que desaparece devorado por la negrura de un ocaso vacío, seducido por la luz tenue de un millar de luceros que engalanan la oscuridad que reina en el cielo.

Necesito alimentarme de tus besos, que tu aliento de vida a mi corazón, que tus palabras sean caricias en mi pensamiento, que mi felicidad se recueste en la ternura de tu regazo.

Las notas del tiempo están escritas en la partitura de tus besos, en la sinfonía que crean tus sonrisas en el escenario de mis ojos, en la melodía serena que nace de tus labios y es interpretada por la belleza de tu rostro.

ORACIONES DE AMOR

Los besos rompían contra el silencio como un mar embravecido que anegaba de felicidad el corazón. Un tropel de caricias que se posaban sobre la inocencia desnuda dejando la impronta de un deseo devorado por las horas. Un templo de placeres carnales donde las plegarias se entonaban con el sabor de lenguas traviesas recorriendo parajes prohibidos, donde los suspiros son odas entonadas al cielo y los silencios oraciones que se escriben sobre un cuerpo caliente. Letanías de besos que se adhieren a la paredes del alma y tintan de promesas perfumadas la pasión adormecida. Canciones entonadas con gargantas profundas y escritas en el anverso de amores eternos. Las caricias se escapan de las manos y corren desbocadas por los pechos erectos de la felicidad, por la dulzura que habita en las caderas perfumadas de mujeres hechas fantasía, por la piel que se eriza cuando siente que unos dedos atrevidos recorren la lascivia. No hay pecados cuando el amor se desnuda y se funde con la pasión que lo acaricia, cuando los silencios se llenan de gemidos y la cama es un altar donde rezan dos cuerpos encendidos. La pasión pasa como una tormenta desatada de apetitos insaciables pero el amor se queda como una brisa dulce que alimenta los sentidos y da vida al corazón. 

DESPUÉS DE LA TORMENTA LLEGA LA CALMA

DESPUÉS DE LA PASIÓN QUEDA EL AMOR.

Mis labios buscan tus besos para saciar mi sed de ti.

Los recuerdos se hacen escarcha cuando siento en mi alma el frío de tu ausencia.