viernes, 26 de febrero de 2021

VIVO EN LOS VERSOS QUE NO ESCRIBO

Vivo en la estela que dejan tus besos cuando juguetean en mis labios, en la fragancia que desprenden tus manos cuando corretean por mi cuerpo, en el silencio que habita en la belleza serena de tu sonrisa. Vivo en aquella mirada que se quedó impresa en la retina de mi alma. Vivo en los retazos de la memoria que besan con la tímida suavidad de unos recuerdos gastados, en los silencios que estallan cuando tú los acaricias con palabras. Vivo en el tenue halo que dejó tu perfume en las habitaciones vacías, en las sonrisas perdidas que solo buscan unos ojos donde descansar de la prisa, en la brisa que pasa suave y llena el aire con tus recuerdos. Vivo en los suspiros que llenan el miedo de promesas furtivas y deseos inacabados, en las pausas que hacen del tiempo una tempestad de dudas, en las estancias de la locura donde le ponen camisa de fuerza a los amores fatales. Vivo en la mirada inocente de todos los anhelos que aún se pasean desnudos por mi infancia, en las puestas de sol que titan de fuego los recuerdos del corazón, en esas lágrimas que regaron con su pena nuestra despedida. Vivo entre las garras aceradas de una miríada de sentimientos que rasgan mi pasado, en el regazo de una niña que el tiempo convirtió en mujer, en esa belleza serena que no pudo escapar de las fauces de un destino escrito. Vivo en el rumor apagado de mis besos rompiendo contra tu boca, en la nostalgia que me visita cada mañana cuando me abrazo a la soledad de mi cama, en las amistades que se fueron y nunca han de volver. Vivo en las miradas perdidas que lloran porque en los laberintos del pasado nadie las ha encontrado, en las voces calladas que me suplican no ser olvidadas, en la ausencia de todas aquellas personas que siempre he amado, en la tristeza de todos los seres queridos que ya se han marchado. Vivo en los versos que no escribo, en los besos que nunca he dado y en las preciosas mujeres a las que nunca he amado pero que cada noche caminan desnudas por los tortuosos caminos de un deseo que se va extinguiendo con el paso de los sueños.


VIVO EN LA MEMORIA DE LOS MOMENTOS FELICES, 
EN LA TRISTEZA QUE FIRMA UNA DESPEDIDA,
EN LAS PRECIOSAS CADERAS DE MUJERES ARDIENTES
QUE HAN CONSUMIDO LA FELICIDAD DE TODA UNA VIDA.

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