ENEMIGOS ÍNTIMOS

      Cada cual nos enfrentamos a nuestros fantasmas como buenamente podemos, intentamos sobrevivir a las dentelladas del destino de la mejor manera posible, esquivamos la tristeza para que nuestro corazón no resbale en ella y se haga añicos. Pero cuando esa dama de tez pálida y palabras vacías nos alcanza es un depredador que nos devora por dentro y de cuyas fauces es imposible escapar, el mundo se vuelve un lugar inhóspito y oscuro, la vida se nos hace una sucesión de momentos terribles de los que se alimenta a diario dispuesta a ocupar hasta el último rincón de nuestro ser, y no hay fuerza en el universo que la pueda detener. Sientes una soledad inmensa aunque estés rodeado de todo el cariño del mundo, aunque regresen de todos los rincones del pasado esos amigos que siempre han luchado a tu lado, aunque te pongas de rodillas e implores una paz que nunca vas a encontrar, estarás solo ante tus más horribles pesadillas e intentarás que no te devoren el alma, intentarás salir con vida aunque las horribles cicatrices que te deje la batalla perduren para siempre en tus recuerdos, aunque jamás vuelvas a ser la misma persona que eras antes de enfrentarte a ella. Los días se hacen eternos, las noches se llenan de monstruos que recorren los páramos de tus pensamientos, y envuelto en soledad y rodeado de silencio, luchas contra todos ellos con la determinación que te da el intentar salvar la vida y recuperar todo lo que tenías antes de que te atrapase entre sus garras. Hay veces que luchas contra quien nunca debiste luchar, hay momentos en los que aquellos que deberían velar por tu felicidad son tus peores enemigos, se transforman en los heraldos de la tristeza y son esas personas, tus amigos, los que intentan destruir tu mundo o marcharse de él dejándolo lo más devastado posible, aunque nunca fuese su intención, no hay nada peor que luchar a muerte contra la persona que más quieres, es una lucha perdida de antemano y por mucho que luches, por mucho que cortes la tristeza a jirones es imposible vencer, solo queda intentar beberse el sufrimiento a diario y esperar que un día cuando salga el sol la lucha haya terminado.

CUANDO ACABE LA GUERRA SOLO QUEDARÁN CENIZAS

DE UN FUEGO QUE ARDIÓ CON TANTA FUERZA

QUE NOS CONSUMIÓ A LOS DOS.

YO PASARÉ EL RESTO DE MI VIDA 

VAGANDO POR LAS SENDAS DE LA NOSTALGIA

BUSCANDO UN CORAZÓN QUE SE FUE CONTIGO.

BUSCANDOTE A DIARIO

POR LOS RINCONES DE MI MEMORIA.