jueves, 18 de junio de 2015

SUEÑOS ROTOS

La vida huele a sueños rotos. Un perfume que se incrusta en el corazón y llena de recuerdos las estancias de la memoria. Un paseo por la melancolía que eriza el bello de besos perdidos que nunca debieron ser dados. Un mejunje de palabras, sonrisas, caricias y lágrimas que dejaron por el camino una estela de sentimientos agónicos y un glosario de necesidades que se murieron de pena abrazadas al olvido. Calima que envuelve al deseo y se hace tristeza rompiendo contra el recuerdo. No queda nada cuando la soberbia vence a la razón y las heridas del corazón son tan profundas como la insondable negrura del infinito. Momentos desmembrados por la ignorancia, palabras que se visten con el traje de la intolerancia y perfuman su esencia con unas gotas de miedo. Los sueños se rompen cuando la felicidad hace el amor con el desencanto y se da cuenta que no merece quedarse a vivir en las manos de quienes no te dan nada. La vida se pone de luto riguroso y deja que sea la pena la que exhiba su tosca belleza en el escaparate del ostracismo. Velatorio de sentimientos que se murieron en las batallas del tiempo y dejaron huellas de sangre en las entrañas de viejos anhelos. Aún cierro los ojos y contemplo como el amor se rompe en pedazos pequeños y la confianza se ahoga en un mar de mentiras piadosas. El aroma a sonrisas decrépitas se pasea por cuerpos gastados que solo dejaron una sinfonía inacabada de promesas mustias, y cuando tu corazón visita el pasado comprendes que el amor solo fue un espejismo donde se perdieron todos los besos agotados de buscar unos labios cálidos donde saciar su sed de cariño. Fui naufrago de cuerpos gastados donde la soledad era mi única compañía, un mártir de fatuas caricias que ronronean pecados inconfesables en labios resecos. La vida huele a sueños rotos y cuando las lágrimas pasean su amargura recuerdo que la felicidad dura un momento y que el amor nunca es eterno.


CUANDO ROMPES UN SUEÑO LA VIDA SE LLENA DE LÁGRIMAS
Y LAS SONRISAS SE MUEREN AHOGADAS EN SU AMARGURA.

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