Háblame del amor, pero no con los labios, hazlo con el corazón. Escribe con las manos poemas de caricias en mi piel, sonetos interpretados por los silencios que alimentan el alma. No me quites nunca tu mirada, la belleza que se escribe cuando tus ojos me dicen que me amas. Si te vas no te lleves tu sonrisa, déjala a mi lado para que la tristeza no me atrape entre sus brazos. Camina conmigo y haz de la vida un paseo pausado donde se geste la semilla del cariño. Deja que mis besos se hagan sueños en tus labios y que el amor se vista de diario. No me dejes solo, aunque nos separe la distancia, solo tengo que cerrar los ojos para escuchar la música de tus pasos caminando descalza por las estancias del deseo. Retales de caricias que remiendan los agujeros que dejó tu abandono en el corazón. No vivo silencios vivo ausencias que se incrustan en la soledad y hacen llagas en la eternidad de la espera. Háblame del amor, pero no con palabras, hazlo con el murmullo dulce de tus besos inventados. Dibuja en mis entrañas caricias que se escapan de tus manos y se quedan a vivir en mi memoria. Si te vas deja al menos tu recuerdo para que en las noches frías de invierno pueda abrazarlo y llorar la falta de tus besos. El tiempo no hace prisioneros solo deja a su paso tristeza en el corazón y olvido en el alma. Vivo desterrado de tu aliento, preso de las cadenas que crearon la condena que cumplen mis sentimientos, famélico de amores vagabundos que solo están de paso. No me hables del amor, solo ámame como si hoy fuese el último día en la tierra y yo el hombre que siempre has buscado.

UN ÚLTIMO BESO PARA QUE TU AUSENCIA
NO SE HAGA HERIDA EN MI RECUERDO.
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