DESEOS
Quiero perderme
entre tus rizos
decirte sin
palabras que te amo
recostar mi cabeza
en tu regazo
cerrar los ojos y
respirar felicidad,
Quiero sentir el
tacto de tus besos
hormigueando por
mis labios
despertar con el
perfume de tu alma
abrazando mi cuerpo
desnudo,
Quiero que mis
tímidos abrazos
te envuelvan como
un manto
y que cada
palabra de mi boca
sea la banda
sonora de tu orbe,
Quiero conservar
tus gemidos
como un himno a la
alegría
beber el rocío de
tu mirada
cada instante de
mi vida,
Quiero que me
quieras sin dudas
sin axiomas que te
den una razón
que tus gestos
sean un homenaje
a mi sincera y
eterna devoción.
Quiero que mi
mundo seas tú
que mi ilusión sea
tu espera
que la ausencia de
mis manos
componga un poema
asustado,
Quiero ser tu canto
y tu piel
tus labios
dibujados en mi almohada
la tenue llovizna
de un día de verano
la luna que
ilumina tu noche triste,
Quiero que me
quieras sin preguntas
que no busques
respuestas en tu alma
que cada suspiro
que te envuelva
sea un vestido
diseñado a tu medida,
Quiero cerrar los
ojos y mirarte
con mi ánima
desnuda a tus encantos
que tu silencio se
funda en mis labios
como un helado de
vainilla y chocolate.
Quiero ser los
pecados que cometas
la penitencia que
te impongan
el cálido regazo
de tus lágrimas
mojando la ternura
de mi cama,
Quiero ser la
excusa de tu gozo
los gritos de
alegría contenidos
el trazo firme de
un amor eterno
recorriendo los
parajes del deseo.
Quiero que te
aflijas con mis penas
que tu llanto se
pierda en mis caricias
que los besos que
una vez perdiste
aparezcan todos
atados a mis labios,
Quiero ser el
confidente de tu pasión
el joyero donde
guardas el amor
ser el paisaje
donde reina tu paz
el océano que baña
tu ilusión,
Quiero que nunca
me abandones
tras las quimeras
de una fantasía
que tus palabras
sean eternas gemas
engalanando mi
furtiva existencia.
Quiero ser el
espejo donde te miras
el reflejo de tu
imagen divertida,
el licor que sacie
tus premuras
las alas que te
llevan a las nubes,
Quiero reflejarme
en tu pupila
en el lago cristalino
de tus ojos
que mis manos sean
tu guía
explorando tus
caricias consentidas.
Quiero que me
quieras, nada más,
que me abraces con
ternura
sin una sola
disyuntiva en tu zaguán
que me des un “sí”
ante el altar
que prometas
borrar mi soledad
que me cobijes
entre tus caderas
que me dones toda
tu lealtad.