martes, 18 de noviembre de 2014

EN BUSCA DE LA FELICIDAD

La luz derrota a la oscuridad como el amor vence a la tristeza. La felicidad se halla en los destalles que visten de color los días grises. La esperanza se encuentra en los palabras que adornan con guirnaldas los sueños que no pasan de largo, que se quedan a vivir en los corazones solitarios. El tiempo se hace añicos entre las manos que platican caricias. No hay pasión para gastarla en palabras solo momentos para hacerlos delicias. Los días se visten de fiesta y las noches se desnudan con placeres que dejan latidos hechos orgasmos. No hay penas solo sonrisas aderezadas con tiernas caricias. Un ir y venir de suspiros que se quedan a vivir en la piel, que supuran pasión por los poros del tímido placer. Los sentidos se agitan con plegarias hechas de besos y el amanecer se torna lejano, impreciso, un susurro de luz que esconde su premura entre sábanas calientes. Cuerpos enredados que dibujan sentencias en corazones que solo quieren un pellizco de atención, que se pierden en los laberintos que esconden la pasión. No hay silencios, el aire se llena de jadeos entrecortados, de murmullos que prenden en el deseo y se hacen gemidos placenteros. No hay disculpas cuando el amor pasea su dulzura por la vida. Cuando los días son halagos que pasan, sin prisa, y dejan un perfume a sonrisas que endulzan el alma. Quiero sentir en mi cuerpo el sabor que deja ese amor, que no pasa de largo, que se queda a vivir a tu lado y se hace cariño cada día que pasa. Vivir en los ojos de una mujer que, para siempre, te ama.


LA SOLEDAD SE SIENTE EN EL CORAZÓN
NO HAY COMPAÑÍA EN EL MUNDO
QUE CURE LAS HERIDAS DEL AMOR.

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