Su mirada dejó un reguero de promesas inconclusas revoloteando en el deseo como mariposas danzando en un infinito de colores. Dejó que mi pensamiento corriese desbocado por los prados que crea la fantasía y su aliento aún recorre los parajes desiertos de mis labios hambrientos. Partió con las luces del alba y firmo mis noches con una sonrisa coqueta que aún baila en mis ojos. Nunca fue princesa pero durante unos instantes reinó en mis sentidos como un astro perenne de efluvios palpando el amor. Se hizo sueño en el laberinto de un corazón empapado de ausencias, en un alma abandonada que clama lujuria y solo halla silencios, en las entrañas de un amor que se alimenta de los anhelos que dormitan en los rincones de la melancolía. Aún puedo sentir como sus manos escriben sentimientos en una piel erizada por los fríos recuerdos y cierro los ojos para poder abrazarla de nuevo. Escuálida pluma recorriendo parajes perfectos donde la pasión se hace tormenta y los suspiros son un cielo donde llueven los besos. Contemplo las habitaciones vacías y aún siento como su dulzura dormita en mi memoria, como el perfume de su cuerpo impregna mi esperanza y sacia el hambre que dejó su partida. Hay momentos en los que te siento tan cerca que sé que nunca te has ido, que cada mañana me despierto contigo, que te haces caricias y recorres la piel de mi retiro, que me dejaste tu amor para que nunca olvide cuanto te quiero. Mis noches están hechas de tus besos y mis días de tus recuerdos

MI CORAZÓN SE ALIMENTA DE TU AMOR
MI MEMORIA DE TUS RECUERDOS.
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