LOS CAMINOS DEL DESTINO

A veces la vida es un lugar incómodo donde hasta respirar duele en las profundidades del alma, pero otras veces es un universo por explorar donde la felicidad es un amante pasajera que abriga al corazón del frío de la soledad. Es una aventura mágica plagada de momentos que conforman odiseas y de capítulos que dan forma a una tragedia, un mar en calma por donde navegan sentimientos puros y un volcán en erupción donde los sentimientos se queman hasta el tuétano en las hogueras de la vanidad. Paseo por los días, sin prisa, saboreando las horas que esquivas juegan a promesas en el patio de recreo de mi imaginación, abrumado por amores lejanos que se acomodan en los rincones de mis entrañas y alimentan con besos nunca dados el rostro de la espera. Me dejo acariciar por el halo, casi imperceptible, de mis sueños, como una caricia dada con la yema de los dedos en un cuerpo que se estremece entre las sábanas del tiempo, como un amante abandonado que suspira por unos labios que aún alimentan el deseo, que se hayan tan lejos que duele su recuerdo. Los atardeceres se recuestan en mi pecho, dibujan con su luz difusa las curvas de tu cuerpo, dejan en mis ojos el sabor amargo de aquella despedida, de las lágrimas que escriben la belleza de un amor que se burla de la distancia y pervive en los anales de mi memoria. Aún siento como tu mano se refugia en la mía, como la vida pasa pero tu amor se queda, como tu piel se eriza cuando mis labios la rozan con ternura. Me aferro al destino escrito con tu nombre, a la vida que solo existe cuando tus besos me visitan a diario, al perfume que dejas en el silencio de las noches y perdura cuando el alba se viste con tu ausencia. Ahogo mi pesar en el horizonte despejado de tus sonrisas pícaras, en la dulzura de tus palabras que se hacen poemas cuando rozan mis sentidos, y dejo que el camino, aunque sea largo, me lleve de nuevo a vivir en tu regazo.

NO HAY MÁS DESTINO QUE TU AMOR

NI MÁS FELICIDAD QUE TU CORAZÓN.