Hay princesas hechas de sueños que reinan en la imaginación como radiantes estrellas. Princesas que habitan en la memoria y su reino está hecho de dulces recuerdos. Hay princesas que vagan por los páramos del silencio y solo conquistan corazones con sus hermosas miradas. Las hay que pasean por la vida con un galante descaro y acarician el deseo cuando pasan a tu lado. Las hay que cuando sonríen las tristeza se convierte en pecado. Hay princesas que bailan en cárceles hechas de oro por unos míseros centavos. Princesas que caminan por el olvido y cuando acudes a recatarlas ya han huido. Las hay que se quedan llorando porque su príncipe azul nunca ha llegado, y no saben que el amor no hace visitas fugaces, es un compañero que se vive en las caricias audaces. Hay princesas que cuando callan dicen la verdad, que su belleza se disfruta en soledad. Princesas que no tienen corazón porque hace mil años Cupido se lo robó. Hay princesas que no se pueden tocar, son tan hermosas, que el mundo no es suficiente para verlas reinar. Las hay que cuando tocan curan la melancolía, que te besan y la noche se hace día. Hay princesas hechas de hielo que para acariciarlas hay que subir hasta el cielo. Princesas que no tienen reino porque su poder abarca mundos enteros. Las hay que conquistan corazones si haber estado en ellos, para quien todos los hombres son simples plebeyos. Hay princesas que miran y matan, y otras regalan la vida con cada suspiro. Princesas que gobiernan desnudas orgasmos que rinden pleitesía cuando visitan el desamparo. Hay princesas que cobran un diezmo por cada beso dado, y las hay que reparten abrazos cuando el deseo les sale al paso. Princesas que se visten con suspiros robados y otras que necesitan vestirse con pulcros agasajos. Las hay que prefieren soñar a caminar por el mundo real. Hay princesas que son una estrella fugaz solo aparecen en el firmamento para surcar la entelequia. Princesas que con su presencia traen el consuelo, y cuando se van dejan un tenue aroma a duelo. Hay princesas valientes que son maltratadas por caricias indecentes. Hay una princesa en cada mujer porque todas ellas pueden crear un mundo con todo el cariño de su ser.
A esa princesa que reina en el norte, que cuando cierro los ojos sus besos visitan mis labios, que cuando la noche me abraza su fuego devora mi ansia. A esa princesa hecha de anhelos que solo necesita su aliento para curar la oscuridad que gobierna mi alma. A esa hermosa princesa que se viste de noche con los versos que nacen de su corazón complaciente.
HAY PRINCESAS QUE TRAEN EL INFIERNO
TRAS UNA SONRISA PRECIOSA
HAY PRINCESAS QUE TE LLEVAN AL CIELO
CON UNA MIRADA OBSCENA
HAY PRINCESAS QUE REGALAN SOLEDAD
CUANDO LAS QUIERES TOCAR
HAY PRINCESAS QUE SOLO CON VERLAS
NUNCA LAS PUEDES DEJAR DE AMAR.
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