A MI DAMA DE NOCHE

El cariño pasea por la calle cogido de tu mano. Juega a besos con tus labios y se esconde en la mirada de tus ojos. Me gustaría que se hiciese amigo tuyo y compartiésemos juegos en la calle. Qué me invitases a tu vida y tomar un helado sin prisa. Sería bonito que me dejases contemplar un atardecer contigo, y que con ternura me echases el brazo por encima de mi cuello y apoyases tu cabeza en mi hombro. Imagino las noches en un banco y tu risa corriendo por la acera mientras mi mirada la persigue. Sería precioso que cuando nuestras miradas se encontrasen en los cruces de caminos me besases con sonrisas, y aunque no te pares, ni me digas "¿que tal estás?", yo sabré que aún te importo. Quiero cosas imposibles, pero no me importa, nada merece más la pena que tu mirada divertida. Quiero que apresures el paso cuando sabes que te espero, y que sientas mariposas danzando por tu vientre. Nada en el mundo me es necesario, solo el roce de tu mano en mi rostro cuando la tristeza me visita por sorpresa. Sería fantástico que charlásemos durante horas, de cosas banales, porque a veces las palabras no importan pero sí la compañía. Quisiera que me pensases, como yo te pienso a ti, y sentir como se ruboriza el corazón. Sería genial despertar una mañana y percibir que el perfume de tu cuerpo no se ha ido, que continua entre las sábanas que ocultan tu descaro. Quiero pasear contigo por la arena de la playa, mientras las olas rompen contra el silencio y besan nuestros pies. Sentir como la brisa corretea entre los dos, juega con tu pelo y acaricia nuestro amor. Me gustaría formar parte de tus sueños y cuando abras los ojos palpar el contacto tibio de tu realidad. Quisiera romper el silencio que regresa del pasado, porque los recuerdos más hermosos todavía no han llegado, permanecen dormidos, porque tú aún no los has despertado.

A LA HERMOSA SIRENA MORENA 

QUE HABITA EN EL OCÉANO DE MI AMOR

A LA BELLEZA DE SU TÍMIDO CANTO

QUE ACARICIA, CON FUERZA, EL CORAZÓN.

A SUS BESOS HECHOS DE MAR

SINFONÍAS ESCRITAS CON BESOS

QUE BAÑAN LAS COSTAS DE MI FELICIDAD.