El cielo está hecho de tu risa, del perfil de tus labios cuando susurras un "te quiero". El paraíso se encierra en la ternura de tu mirada, en tus ojos que besan el silencio que se acurruca en mi alma. La gloria se encuentra en el tenue rubor de tus caricias cuando se pierden en mi cuerpo, en tus manos cálidas que persiguen escalofríos por la veredas de mi deseo. Tu silencio está hecho de sonrisas, de besos que claman anhelos dulces que empalagan de amor mis noches tenues. Te miro cuando el aroma de tu encanto se pasea por la locura que desatas, por los caminos que mi pensamiento te dibuja, por los deseos que pintan tus caderas. Me visto con el perfume que despliegan tus pasos, con el vaivén, dulce y callado, de tus piernas que se hacen infinitas, y desnudo mi entelequia cuando mis ojos contemplan las maravillas que se ocultan en la belleza de tu cuerpo. No imagino ningún otro elíseo, solo el paraíso prohibido que se encuentra entre tus piernas, la curva perfecta que dibuja tu trasero cuando tu paso se acelera, tu pecho desafiando a la gravedad que lo esclaviza. El deseo no es deseo, si no lo despierta tu hermosura, la pasión se diluye en la espera si tus besos no la despiertan con premura, no hay momento más dulce que el momento en el que me regalas tu ternura. Las noches se escriben con el placer de tus sentidos, las horas se deslizan entre caricias eternas y orgasmos prohibidos, porque no hay nada en este mundo más hermoso que el rumor de tus gemidos. Las noches encierran besos que buscan tu vagina, mientras tu lengua juega a placeres con las erecciones que inventa mi loca fantasía. Los sueños se escriben con la tinta que destilan nuestros sexos, con el roce suave y delicado de mi pene jugando en el interior de tu vagina, con los besos que recorren los deleites que me ofrece la dulzura de tu cuerpo y el amor de tu alma. La felicidad se desnuda coqueta cuando el tiempo se hace placer y tú me ofreces todas tus delicias de mujer, cuando encuentro los tesoros que esconde ese cálido edén que es tu ser, cuando gritas mi nombre mientras tiemblas sacudida por los envites que despiertan el frenesí, cuando yo estoy dentro de ti. Cada orgasmo es un tatuaje que se queda, para siempre en mi memoria, un recuerdo grabado en lo más hondo de mi piel. Un amor escrito con caricias tiernas y penetraciones dulces que dejan un aroma a felicidad eterna, porque el sexo es amor cuando lo toca tu sonrisa.

TU DESNUDEZ LLENA DE BELLEZA MIS NOCHES
COMO UNA CANCIÓN HECHA DE TU CUERPO
TUS CARICIAS SE AFERRAN A MI RECUERDO
COMO UN ANHELO CANDENTE
QUE QUEMA DE AMOR MIS ENTRAÑAS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario