Me pediste unos versos. Un suave tintineo de palabras endulzando los sentidos. Un rubor de rimas consonantes prendidas del deseo, y aunque nunca fui poeta por encargo, tu tristeza parió estos versos, que no son versos, son palabras hechas sentimientos, arlequines que rompen tu silencio, rumor de amistades inquebrantables que se hacen trueno con el paso del tiempo, cosquillas hechas con palabras para deleite de tu pensamiento. Y aunque el destino no siempre es bienvenido, hay que aceptar las ofrendas que nos trae, porque la felicidad está hecha de todo aquello que nos dan. No con los sueños que atesoramos, ni con todo aquello que una vez deseamos. No lo olvides, la vida son momentos, disfrútalos, haz de ellos la felicidad más aguerrida, pasea siempre por tus sueños y no los hagas pesadillas, pero no olvides la belleza que te otorga el paso de los días, ni la amistad que se queda cuando todo lo demás se llena de mentiras.
CUANDO PARECE QUE EL MUNDO SE ACABA
SOLO ES UN NUEVO COMIENZO.
CUANDO PARECE QUE TODO SE HA PERDIDO
ES HORA DE INICIAR UN NUEVO CAMINO.
NO MERECE LA PENA LLORAR POR QUIENES SE HAN IDO
Y SÍ LUCHAR POR AQUELLOS QUE SE HAN QUEDADO,
A PESAR DE LAS TREMENDAS DIFICULTADES,
A REGALARTE SU SONRISA Y CAMINAR A TU LADO.
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