sábado, 14 de febrero de 2015

PIRATA DE AMORES LEJANOS

Partió de viaje a buscar amores no correspondidos, prisioneros de sueños que se morían en islas desiertas de anhelos. Tomó el barco de la desolación y surcó mares hechos de angustia para hallar, en los confines del tiempo, un amor de verdad. Luchó contra los tiranos que robaban besos, contra los piratas que abordaban pasiones, contra sirenas que soñaban palabras hechas canciones y con ellas mutilaban corazones, contra los monstruos de olvido que te roban la esperanza cuando te miran. Firme, en su determinación, plantó cara a todos los enemigos y jamás vendió su corazón al mejor postor. Atravesó tormentas de celos donde embarrancaban todos los anhelos, y cuando la muerte visitó su templanza la miró a los ojos y solo vio añoranza. Sus cañones destruyeron amores malditos, gigantes de miedo que helaban la sangre, muertos vivientes que tocaban y traían el olvido, corazones de fuego que solo querían consumir la pasión, y su nombre se hizo leyenda en los fieros océanos del amor, un capitán pirata que buscaba una sonrisa hecha de cielo y unos ojos color caramelo que acariciaban la soledad. Enarboló la bandera, hecha jirones, de la felicidad y surcó los mares en busca de una princesa de verdad. El tiempo se hizo eternidad, y cuando lo daba todo por perdido, encontró en los confines del mundo un corazón donde soñar, una mujer hecha de sueños que paseaba por la realidad, una princesa de cuento con un regazo de cristal, donde recostar la cabeza y no volver a despertar. Una sirena que creaba canciones para ahuyentar la infelicidad, y atracó en el puerto de su mirada para nunca más volver a zarpar.

El tiempo pasó, con suavidad, y a veces, mirando al horizonte la nostalgia se hacía brisa y acariciaba su corazón hecho de olas y espuma de mar, pero ya no quería embarcar, solo quería vivir en las entrañas de esa preciosa princesa que lo alimentaba de felicidad. Solo ansiaba recorrer el cuerpo desnudo de esa mujer, que una vez fue sueño y tormenta en el mar, pero que ahora era sonrisas y promesas de fuego que acariciaban su soledad, una mujer que al mirarla le regalaba la capacidad de soñar. No hay tristeza cuando el amor vive en tu alma, cuando los besos son de mañana y los pecados juegan en tu cama. No hay nostalgia cuando tienes lo que deseas, cuando el pasado se murió de olvido, y el presente se escribe con el placer de tu sonrisa y la dulzura de tus besos. Nunca volveré a partir en busca del amor, porque el amor eres tú. Y cuando el cielo de tu felicidad se nuble solo tienes que pensar en mí, en todas las batallas libradas para poder estar junto a ti. Y entonces sé que me regalarás tu mejor sonrisa porque mi felicidad está hecha de todas tus sonrisas. No lo olvides nunca, el amor se muere cuando lo toca la duda, y mi amor está hecho de preciosas certezas, de elegantes verdades que pasean su devoción por la dulce belleza que viste de pensamientos tu corazón. 

De un poeta a su poesía, de un amante a su amor, de un soñador a su único sueño, de un caballero a su princesa encantada, de un pirata a su precioso tesoro. Sin ti no soy nada, solo un leve suspiro perdido en la inmensidad de la nada.

A Irina, mi princesa elfa que me ha enseñado que el amor se vive sin más, que no importa la distancia, ni las ganas de llorar, que para regalar una sonrisa solo hace falta soñar, que para alcanzar la felicidad basta con cerrar los ojos y volverte a acariciar.


YO QUE SURQUÉ LOS MARES DE LA DESOLACIÓN
QUE ABORDÉ SENTIMIENTOS PERDIDOS,
YO QUE NAVEGUÉ POR OCÉANOS DE MENTIRAS
Y BATALLÉ POR PASIONES PERDIDAS,
YO, QUE FUI PIRATA DE AMORES ROBADOS
Y PERDÍ MI CORAZÓN EN BESOS HELADOS.
YO, AHORA, SOLO SOY UN ENAMORADO
UN VIEJO PIRATA QUE VIVE RETIRADO,
UN NAVEGANTE QUE HABITA EN EL CORAZÓN
DE UNA SIRENA QUE BESA CON  AMORES SOÑADOS.





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