jueves, 21 de abril de 2016

No hay paraíso más bello que un cuerpo de mujer desnudo. Valles profundos donde habita el placer inconfesable, colinas dulces donde las caricias escalan hasta la felicidad, pechos erectos donde la fantasía habita perenne y las lenguas insaciables pasean su húmeda lascivia. Senderos escondidos que se llenan de suspiros traviesos, páramos húmedos donde la pasión habita para siempre. Contemplo toda tu belleza virgen y mi corazón se desboca en pos de todos los sueños que componen la pureza de tu cuerpo desnudo.

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