HAY DESEOS QUE SE HACEN MUJER Y HABITAN EL CORAZÓN PARA SIEMPRE
martes, 26 de abril de 2016
PERFUME EN EL ALMA
El viento mecía sus cabellos como dedos delicados acariciando la memoria. Una princesa encantada escribiendo un cuento de amor en las páginas grisáceas de la melancolía. El aire se enredaba en su cuerpo como un vestido etéreo de sueños imposibles que alimentan el deseo. Estaba hecha de pensamientos dulces y anhelos obscenos, de miradas tímidas y claros de luna, del perfume que deja la felicidad cuando roza los días y se hace fantasía en el fondo de los ojos. Su belleza se deslizaba por los cauces vacíos de las almas penitentes que mendigaban un lugar en el cielo de sus besos, un tímido rumor de deseos mudos que se hacen tormenta perfecta cuando tocan las costas preciosas de su cuerpo caliente. Brisa suave que resbala por los surcos estériles de la tristeza y da un aliento de vida a los labios que se mueren de soledades perpetuas. Se dejaba acariciar por las miradas que pasan de largo pero quedan presas, para siempre, de su deliciosa inocencia, por las palabras que se rompen en esquirlas de lujuria cuando tocan su inmaculada belleza, por los pensamientos ocultos que desvelan exquisitas pasiones. Estaba hecha de noches de verano y ósculos inventados, de suspiros comedidos y apetitos salvajes, de primaveras que nunca terminan y ansias que huelen a caricias divinas. Una dama de noche perfumando quimeras perdidas en alcobas vacías que huelen a áridas despedidas, un capricho que habita en el corazón que anhela imposibles, un aroma que se aferra al recuerdo y perfuma los labios con una tenue sonrisa, un sueño que apenas dura un instante pero deja su tierna impronta en el pensamiento para toda la vida.
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