sábado, 7 de marzo de 2015

A LOS CORAZONES QUE HACEN LA CALLE

Un día tal como hoy el tiempo se detuvo a contemplar el derrumbe de mi vida, a mirar con sorpresa como la amistad se moría y de sus cenizas emergía el olvido. Un día tal como hoy me enseñaron un corazón lleno de mentiras y lo ruines que podían llegar a ser las personas a las que quería. Hoy me tomaré una copa a la salud de los corazones marchitos que roban el amor con besos sin sal, que diría mi admirado Sabina. Hoy tengo que dar las gracias a las personas que me enseñaron que solo vales lo que das, ni una pizca más. Y aunque he llorado mares infinitos de lágrimas malditas su ausencia me ha llevado hasta la felicidad. Ya no camino por el calvario de la soledad, ya no pierdo mi tiempo en caricias que no vale la pena tocar, y cuando cierro los ojos es mi sonrisa la que me trae la paz. Un año completo donde cambié mi vida por otra, donde dejé los retales de amores de saldo que no vale la pena comprar, donde abandoné sentimientos que eran de usar y tirar. Hoy quiero dedicar mis sonrisas a una princesa de verdad, a una mujer que derrotó la vulgaridad de una vida vacía que se moría de mediocridad. Muchos han sido los que han compartido mi tristeza y se han quedado a mi lado cuando solo quería llorar, cuando la vida era una puta sin corazón que solo pensaba en cobrar por no dejarme tirado en la soledad. Hoy es un día muy especial porque fue el principio del fin de una vida que no valía vivir, porque hoy celebró el día de mi libertad, el día que la ignorancia rompió las cadenas de la vulgaridad y por fin pude volar, tan alto, tan alto, que por fin pude tocar el cielo de la felicidad. Hay momentos malditos a los que no quieres regresar porque causan tanto dolor que no merece la pena ni estar, que la dicha se mide por la distancia que te separa de sus negros corazones. Pero a mi me gusta recordar esos momentos, porque cada uno de ellos conforma un paso, sin marcha atrás, hacia ese reino donde habita el amor a perpetuidad, porque mereció la pena lo poco que perdí, la vida gastada que dejé en los rincones de la necedad, porque aprendí que hay personas a las que no le debes ni una brizna de lealtad, que hay seres humanos que no se merecen ni una gota de mi tiempo, ni mucho menos, un lugar en mi corazón.

Este texto es un agradecimiento por mostrarse tal y como son, porque de su egoísmo y de su indolencia nació el amor que alimenta mi vida, porque gracias a ellas te conocí a ti, porque su pasado ha construido nuestro presente, el tuyo y el mío, porque, sin saberlo, ellas me regalaron el amor que siempre busqué y que nunca me dieron. Tú estás en mi vida gracias a ellas, y eso es algo por lo que tendrán mi eterno agradecimiento.

Y como diría el coronel Slater en esa preciosa película que es "Esencia de Mujer": Chicas donde quiera que la vida os lleve que sea muy lejos de mí, que mi felicidad es en parte vuestra, porque vuestro olvido ha construido el amor que conforma mi presente.



A VECES LA FELICIDAD ESTA HECHA DE OLVIDO
Y OTRAS VECES LOS RECUERDOS SON MOMENTOS
QUE SE PIERDEN EN MENTIRAS SIN SAL
A VECES LA TRISTEZA ESTÁ HECHA DE RECUERDOS
Y OTRAS VECES EL OLVIDO TRAE LA FELICIDAD
HECHA CON BESOS DE AZÚCAR Y PRINCESAS DE VERDAD.

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