No consiste en mirar, consiste en sentir. Sentir el paso del tiempo que te regala experiencias únicas, vivencias que llenan el vaso de la vida hasta hacerlo rebosar. Echarse los problemas a cuestas y cargar con ellos hasta encontrar un abismo de felicidad donde arrojarlos. Tender la mano a quien la necesita, y también a quien no la pide, porque en el silencio se esconde la necesidad. Sonreír cuando caminas por la calle, no hay belleza más real que una sonrisa sincera dibujando gratitud en el rostro, una sonrisa no cuesta nada, pero vale un mundo entero. Alejar la tristeza de tu alma, no hay nada más cruel que regalar infelicidad a las personas que te quieren. Recorre la vida con pasos de alegría, y nunca dejes en el camino una estela de mentiras. Detente, cierra los ojos y siente. Siente la brisa del cariño que revolotea en el corazón y acaricia la esperanza con las manos invisibles del deseo. No corras, no hay prisa, la vida está hecha de detalles, diminutas esquirlas de felicidad que pasan de largo cuando se carece de tiempo para saborear la dulzura de las cosas pequeñas. Siente el latido de otros corazones, es la melodía que pone banda sonora a la vida, no hay sonido más hermoso que el de un corazón enamorado. No calles ante las injusticias, no des la espalda al sufrimiento, lucha por los demás y estarás luchando por ti. No abandones nunca tu conciencia, sin ella no hay humanidad. No se puede ser feliz cuando estás en deuda con tu alma, cuando pasas rozando la desgracia y miras para otro lado. Ponte el último en la fila para saber que sienten los necesitados, y cuando alguien caiga ayuda a levantarlo, algún día, puedes ser tú el derrotado. No mires, siente, participa de la vida y no seas un simple espectador, da sin esperar nada, la gratitud se queda en el interior, es una semilla que florece con el paso del tiempo si la riegas con el elixir del amor. Cultiva la paciencia y trabaja el perdón, esquilma el odio y practica la razón. No dejes a nadie en el camino, el pasado siempre vuelve para saldar sus deudas. No se puede ser feliz cuando no hay paz en tu corazón, cuando tienes encarcelados a los monstruos del resentimiento y no has aprendido a perdonar. Siente cada instante como un beso hecho de felicidad, y regala tus besos a todos los demás.

NO HAY MAYOR BELLEZA QUE UNA SONRISA SINCERA.
NO HAY MAYOR FELICIDAD QUE AYUDAR A LOS DEMÁS.
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