Cuando el deseo baila con la locura crean la felicidad más pura.

Quiero que toda tu belleza se derrame por las hendiduras de mi corazón y cure la tristeza que alberga tu ausencia.

Se escondió entre un denso bosque de amores fugaces, se perdió en los caminos ancestrales de besos barrocos que adornan la pena y la hacen una bella doncella hasta que la felicidad se transformó en tristeza eterna.

Escuálidas manos temblorosas dejando un rastro imperceptible de anhelos diminutos en la dermis de la inocencia. Un bullir de sentimientos que se arremolinan en las esquinas de cuerpos celestes que vagan por universos de amores fugaces.

LETANIA

Se envolvió en las ausencias y dejó que la vida pasase de largo. Vivió de prestado en las caderas de mujeres sin alma que solo desean una cuenta corriente y un pisito en el cielo, permitiendo que su sonrisa se perdiese en los anales del tiempo. Poeta de versos sin musa derramando estrofas sobre cuerpos preciosos que solo saben a sexo y tristeza. Escribía sentimientos en las servilletas de papel de un bar de carretera y besaba con los ojos a las camareras que le servían menús de sueños agriados. Se enamoró del olvido, de los amores que vienen y van, de las mujeres que solo saben dejar soledad. Misántropo por necesidad y esclavo de la falsa felicidad paseaba su melancolía por las calles del desencanto y la cruel realidad. Se recostó en el regazo marchito de la decadencia y dejó que sus versos se muriesen en la belleza ajada de pechos erectos que juegan con lenguas insaciables. El tiempo se enquistó entre los recuerdos y el dolor paseaba por las horas como un caballero oscuro que busca venganza y solo encuentra clemencia. Cisma de sentimientos rotos cuyos pedazos se incrustan en el alma torturada y causan heridas que nunca se curan. Las noches eran un desfile de tímidas plañideras llenando sus sueños de lágrimas huérfanas y penas cansadas. Mártir de besos amargos que ensucian la dulzura de los labios con falsas promesas y mentiras piadosas. Se envolvió en la ausencia y dejó que los amores fuesen de paso, que los encantos banales no tocasen su cuerpo, que la belleza pasajera no reinase en el abandono de su corazón. Se enamoró del olvido y dejó que la soledad fuese su amante hasta el fin de los tiempos.

ABRIÓ LAS PUERTAS DE SU CORAZÓN Y DEJÓ QUE ENTRASE EL AMOR Y ESCAPASEN LOS MIEDOS.

Quién no comparte tus sueños nunca podrá compartir tu corazón, y quien no comparte tu corazón nunca podrá hacerte feliz.

Vivo enamorado de la felicidad, de las mujeres que dejan su sonrisa al pasar, de los sueños que nunca se van, de los besos que te hacen amar, de los amigos que juegan con la eternidad. Vivo enamorado de los días de sol y las noches de luna, de la alegría que torna en locura, de las miradas que dejan dulzura. Vivo enamorado de la belleza, de los corazones que no albergan tristeza, de los amores que se desnudan sin ninguna pereza. Vivo enamorado y no necesito nada más para ser feliz.

PERFUME EN EL ALMA

El viento mecía sus cabellos como dedos delicados acariciando la memoria. Una princesa encantada escribiendo un cuento de amor en las páginas grisáceas de la melancolía. El aire se enredaba en su cuerpo como un vestido etéreo de sueños imposibles que alimentan el deseo. Estaba hecha de pensamientos dulces y anhelos obscenos, de miradas tímidas y claros de luna, del perfume que deja la felicidad cuando roza los días y se hace fantasía en el fondo de los ojos. Su belleza se deslizaba por los cauces vacíos de las almas penitentes que mendigaban un lugar en el cielo de sus besos, un tímido rumor de deseos mudos que se hacen tormenta perfecta cuando tocan las costas preciosas de su cuerpo caliente. Brisa suave que resbala por los surcos estériles de la tristeza y da un aliento de vida a los labios que se mueren de soledades perpetuas. Se dejaba acariciar por las miradas que pasan de largo pero quedan presas, para siempre, de su deliciosa inocencia, por las palabras que se rompen en esquirlas de lujuria cuando tocan su inmaculada belleza, por los pensamientos ocultos que desvelan exquisitas pasiones. Estaba hecha de noches de verano y ósculos inventados, de suspiros comedidos y apetitos salvajes, de primaveras que nunca terminan y ansias que huelen a caricias divinas. Una dama de noche perfumando quimeras perdidas en alcobas vacías que huelen a áridas despedidas, un capricho que habita en el corazón que anhela imposibles, un aroma que se aferra al recuerdo y perfuma los labios con una tenue sonrisa, un sueño que apenas dura un instante pero deja su tierna impronta en el pensamiento para toda la vida. 

HAY DESEOS QUE SE HACEN MUJER Y HABITAN EL CORAZÓN PARA SIEMPRE

Cuando me miras la felicidad hace el amor con la dulzura de tus ojos, mis deseos se recuestan en la pureza de tus pupilas y solo quieren saciar su hambre de belleza en la dulzura de tu cuerpo.

Al abrigo del silencio me alimento de tus labios soñados, de las noches lejanas que saben a tu cuerpo desnudo, del placer de tus besos que aún pasean su tímida dulzura por mis viejos recuerdos.

Mis labios quieren jugar a besos con los tuyos. Recorrer los caminos que conducen al deseo, beber en los dulces manantiales de tu cuerpo y saciar mi sed con cada uno de tus besos.

Navego por el perfíl de tu sonrisa, por las suaves colinas de un amor que se hace deseo cuando toca las costa de tu corazón. Sueño tus manos, tus dedos enredados en mis noches, tu pelo deslizándose por las praderas de mi cuerpo, tus labios dejando migüitas de besos por los caminos de un bosque de pasión dulce. Eres el puerto donde atracan todos mis besos y mis fantasías se hacen preciosas realidades.

No hay paraíso más bello que un cuerpo de mujer desnudo. Valles profundos donde habita el placer inconfesable, colinas dulces donde las caricias escalan hasta la felicidad, pechos erectos donde la fantasía habita perenne y las lenguas insaciables pasean su húmeda lascivia. Senderos escondidos que se llenan de suspiros traviesos, páramos húmedos donde la pasión habita para siempre. Contemplo toda tu belleza virgen y mi corazón se desboca en pos de todos los sueños que componen la pureza de tu cuerpo desnudo.

Hacer el amor es darle a otra persona tu preciosa intimidad, abandonar tu alma en las oquedades de su cuerpo, dejar que su corazón quede al cuidado de tus sueños, permitir que toquen tus sentidos con los dedos del deseo. Es una tormenta perfecta formada por dos cuerpos encendidos, un baile donde los pasos son suspiros atrevidos, un glosario de besos esculpidos que dan forma al paraíso.

Una mujer que te puede besar con la mirada es una mujer que merece tener un lugar para siempre en tu corazón.

Respirar hondo, dejar el pasado en el trastero del corazón, limpiar el alma de los sueños imposibles. Mirar hacia delante, pensar que lo mejor está por llegar y que todos los amores perdidos solo han sido duras enseñanzas que te han mostrado el camino para llegar a la felicidad.

DISFRUTA EL MOMENTO

Vivir cautivo del pasado, preso de los besos nunca dados, encadenado a los recuerdos que carcomen la felicidad de diario es condenar al corazón a una cadena perpetua de tristeza. Sueña sin miedos pero vive cada día como si fuese el último en la tierra. Besa, ama, siente, no dejes que los sueños antiguos te torturen, que el pasado sea presente, que el amor se muera de miedo en el corazón. La vida es un regalo que hay que disfrutar sin temor al fracaso. Coge una mano amiga y deja que te muestre el camino a la alegría, siéntate sin prisa, haz del tiempo una pausa, y contempla toda la belleza de este mundo, perfuma tu mirada con sonrisas de diario. Permite que el amor te haga compañía, que la belleza alimente tu deseo, que los besos se acomoden en el paso de los días. Perdona, olvida, camina sin rencor por los senderos de la vida y deja en las encrucijadas del camino todo aquello que atenaza tu alma y no te deja ser feliz. Aleja de tu lado a las personas que solo quieren tu tristeza, no las odies, no le regales ni uno solo de tus pensamientos, deja que vivan su vida pero no las encadenes a la tuya. Obsequia tu sonrisa, se amable incluso con quién no lo merece, pelea por lo que creas justo y, pase lo que pase,  nunca dejes a los amigos abandonados a los designios del destino. Recuerda que no todas las lágrimas supuran tristeza ni todas las sonrisas son sinceras, Escoge la felicidad, sin dudar, la amargura siempre viene sola, llega sin llamar, no le abras la puerta ni le regales tu intimidad. Vive cada momento como si fuese el último y cada amor como si fuese el primero. Recuerda que si das cariño siempre recogerás felicidad.

LA BELLEZA ETERNA NACE DE LAS SONRISAS MÁS SINCERAS

ADALID DE BESOS PERDIDOS

La soledad se extendía más allá de donde los sentimientos podían llegar. Un mar de angustia donde navegan los sentidos abatidos por los terroríficos monstruos de la incertidumbre. Un desierto de lágrimas recorrido por un corazón herido que busca el espejismo de tu sonrisa. Tormentas de celos que anegan de dudas la certeza de amores inmortales. Un viaje sin retorno al oscuro país del miedo y la desdicha. Un héroe que busca su destino en batallas de besos y combates de anhelos, que condena su alma a la eternidad del infierno por unos momentos vividos en la ternura de tus pechos, por un paseo sin cadenas por el paraíso de tus caderas, por unos besos que maten, para siempre, la tristeza. Dulzura que se marchita en las manos huérfanas de caricias, amores que se pierden para siempre en el tormentoso océano del olvido, palabras extraviadas en labios vacíos. Adalid de besos abandonados en dormitorios sin nombre, explorador de cuerpos preciosos y deseos fugaces, conquistador de mujeres sin corazón y besos ajados. Recorro la nostalgia como un vagabundo del amor que se alimenta de los mendrugos de sueños muertos. Sonatinas tristes de besos enterrados en la inmensidad de almas torturadas. Distancias que se hacen sonrisas y viajan al jardín de mi regazo como amores errantes que descansan en mi felicidad. El universo está encerrado en el perfil de tus labios, entre el perfume que dejan tus caricias cuando ya no estás, entre las miradas tiernas que se quedan cuanto tú te vas y solo queda el silencio. Surco la inmensidad de un amor que está lleno de ausencias mientras tus recuerdos alimentan mi existencia.

ENCIERRAS EL UNIVERSO ENTRE LAS CURVAS DE TU CUERPO

EXHALAS EL PERFUME DEL DESEO CON CADA UNO DE TUS BESOS

ERES ESTELA PRECIOSA DE SUEÑOS IMPOSIBLES

LA LUZ INFINITA QUE DA SENTIDO A MI OSCURIDAD.

Los suspiros revolotean entre un bosque de palabras vigorosas. Juegan a escondidas con los divertidos sentimientos. Se hacen ecos eternos en los corazones románticos. Se posan en el amor y dan forma y sentido a la pasión

Tomas la mano salvadora, esperas que el tiempo se haga besos en el corazón. Los instantes respiran felicidad, piensas que tu destino se halla en su regazo, que las lágrimas solo son amargos recuerdos de tiempos olvidados. Te refugias en su mirada, en el placer de sus ojos que sin decir nada hablan de amores inmortales. Cierras los ojos y solo esperas que sus besos alimenten tu felicidad, que las noches estén hechas de sus caricias, que sus manos sean arlequines traviesos endulzando el placer. Solo quieres que el momento no pase, que la ternura no se vaya, que su perfume se quede en los huecos de tu alma. No hay quietud en el corazón cuando el amor pasea por las inmensas salas del deseo.

Cada noche los fantasmas del recuerdo me visitan y hacen el amor con mi alma. La oscuridad se llena de tus manos, de tus ojos, de tus labios, del perfume de tu cuerpo desnudo, de tus pasos dejando un halo perpetuo a deseo en mis entrañas. Veo el vaivén de tu trasero que se hace caricias eternas en mis pupilas, el sabor de tus pechos que se impregna en mi paladar y deja un sabor a vainilla y felicidad. Cada noche el amor nos une y cada mañana la nostalgia nos separa condenados a vagar por los caminos que dan vida a la esperanza.

Puedo perderme en un arco iris de colores, en miradas que no me dicen nada, en manos que están tan frías como la misma muerte. Pero solo necesito cerrar los ojos para volver al camino de tus ojos color caramelo, a la ceniza de tu pelo enredándose entre mis dedos y escribiendo amores eternos. La poesía se llena de colores, pero el amor, el amor mi princesa, solo tiene el color de tus besos.

En las oquedades del tiempo está grabada toda la tristeza que dejan los amores de paso.

Habito ilusiones pasajeras, emociones que pasan de soslayo por mi corazón, besos nunca dados que se agitan en mi imaginación. Habito ojos diáfanos como un claro de luna, caricias que hacen huelga de manos en la intimidad, mujeres que se hacen poemas cuando las roza el deseo. Habito en las miradas que se dejan besar, en las caderas dulces que esconden la felicidad, en los sueños perdidos que escaparon de la soledad.

SUEÑO CORAZONES

Sueño corazones, sonrisas, miradas, poemas que se escriben en la intimidad de una cama. Princesas desnudas y colegialas traviesas que manchan de risas la pasión. Sueño pechos perfectos, manos ociosas que juegan a caricias con la piel del tiempo. Ojos tan azules como el cielo que besan mis labios, cabelleras doradas que rompen contra los rizos del viento, silencios que hacen cosquillas en las curvas del deseo. Sueño palabras que acarician las entrañas cuando son pronunciadas, dedos que dejan sus huellas en la dulzura de cuerpos calientes, lenguas que juegan con los placeres prohibidos. Sueño con piernas tan largas que es necesaria toda una vida para poder acariciarlas, con los secretos que se esconden en las alcobas de las mujeres decentes y las virtudes que se pierden cuando la lujuria da un golpe de estado. Sueño con los besos robados a damas de moral recatada, con los amores conquistados a gráciles doncellas y la felicidad que se escribe en el anverso de la belleza perpetua. Sueño tesoros escondidos en labios vírgenes, suspiros que deleitan los sentidos cuando los orgasmos se hacen melodías íntimas, las miradas que se quedan a jugar a besos cuando el placer se acaba. Sueño sentimientos que habitan en lo más hondo de las entrañas, la dulzura que vive en la timidez de tus miradas, el cariño que se viste de diario y sale a la calle a gritar "cuanto te amo". 
Sueño momentos, lugares, pasiones, tus labios abrazados a los míos, tus manos abrigando mi soledad, tus besos dando calor al vacío de mi alma. Cierro los ojos y sueño porque la lejanía de tu amor solo me permite soñar, porque en la frialdad de la distancia solo te sé amar.

TE SUEÑO PORQUE SOLO TÚ TIENES EL PODER DE HACERME SOÑAR.

Hay mujeres que derraman sus lágrimas para envenenar con tristeza la pureza de corazones que aún las aman. Que escupen palabras tan agrías que la vida es una taza de alegría muy amarga. Las hay que te dan la limosna de su sonrisa porque piensan que sus labios pueden regalar miseria y desdicha. Mujeres por las que no vale la pena derramar una lágrima ni crear un pensamiento. Mujeres vacías que cuando las tocas solo son frías historias sin final feliz.

Noches donde los corazones se encuentran como dos buques perdidos en la espesa niebla de amores de paso. Abrazos compartidos en la oscuridad del silencio, en los dormitorios donde el tiempo no pasa pero cuando abres los ojos ya no queda nada. Acaricias la soledad que aún dormita en las sábanas, la ausencia de un cuerpo caliente que pide una migajas de amor que tú ya no le puedes dar. La tristeza es un angosto pasillo por donde se escapan los caprichos de la noche y el perfume de los sueños que nunca podrán ser compartidos.

Hay sonrisas que hacen la calle por un módico precio y miradas que se venden por unos labios sin dueño. Manos que regalan caricias a quien no las merece y cuerpos donde el placer nunca hace visitas.

Mis palabras desnudan el pudor de tus sentidos y mis labios visten la inocencia de tu cuerpo.

BELÉN

A mi cenicienta particular, que nunca perdió un zapatito de cristal, que ya no busca un príncipe azul y despidió a su hada madrina porque no quería ni un cuento más. A esa mujer cuya sonrisa saluda mis días y su voz acompaña mis horas. Regalas cariño allá por donde vas, palabras que se hacen caricias en la soledad, sentimientos tan dulces que son un roce precioso en la eternidad. Tú me cuidaste cuando mi corazón solo era un juguete roto en manos del destino, tú me regalaste tu regazo para que pudiese llorar, tú me enseñaste lo que es el amor de verdad. Por eso te regalo estos tímidos versos que solo son una pequeña brizna de gratitud en ese universo de bondad que es tu corazón, por eso quiero dejarte un pedacito de mi felicidad que también es tuya. Ahora que el amor me hace visitas de diario y mi corazón tiene puesto el cartel de ocupado quiero que sepas que tú que velaste el erial de mi tristeza tienes un lugar perpetuo en el vergel de mi alegría.
                       
                                                                                       

Tus miradas alimentan mi fantasía, tus manos esculpen mis anhelos y tus besos, tus besos, dan vida a mi corazón.

El aire huele a flores secas y anhelos húmedos, una ligera brisa de sueños que agita el corazón y susurra al oído que ha llegado el amor. Los sentimientos renacen y los besos florecen por doquier. Las miradas cobran vida y se enredan en la felicidad que surge de lo más hondo del deseo.

Abro los ojos y te veo desnuda como una promesa que seduce el alma, dulce como la felicidad que acaricia el corazón, bella como el mar en calma mecido por la brisa del amor. Siento el perfume de tu cuerpo que se abraza a mis entrañas, el sabor de tus besos, aún fresco, en mis labios. Tu piel serena, tu pelo travieso, tus manos divertidas. Cierro de nuevo los ojos y me duermo en el regazo de los sueños conquistados.

No hay poesía más dulce que la que escribe tu cuerpo, no hay rimas más ardientes que las que componen tus labios, no hay poemas más hermosos que los que escapan de tus ojos. Eres poesía hecha mujer, égloga entonada al deseo, partitura escrita con las notas dulces de lo sueños. 

Se perdió en el tiempo como esos besos famélicos que han huido del recuerdo.

Se reflejó en sus ojos como una imagen de tristeza infinita, tocó su alma con las raídas manos del amor y comprendió y comprendió que la vida tan solo era un camino sin retorno a la soledad.