viernes, 23 de mayo de 2014
DESDE EL OLVIDO
Acaso puedas creer que no me importas, que te he olvidado, porque he escapado de los restos de tu maltrecha vida. Nada más lejos de la realidad. Me he marchado con el corazón moribundo para que tus actos no puedan dañar lo poco que queda de mi alma, para que el tiempo me haga recordarte como el hermoso sueño que fuiste y no como la terrible pesadilla que eres hoy. Así que no me juzgues por dejarte, tú te fuiste mucho antes de mi vida sin dejar una mísera nota de aviso en mi corazón, me borraste de tu amor sin dar ninguna explicación, y ahora que me voy me juzgas, arremetes contra mis decisiones que siempre fueron el camino que te condujo a la felicidad. Que cierto es que el amor se olvida con mucha facilidad, que los actos que conformaron una vida preciosa ahora carecen de valor simplemente porque ya no estoy, simplemente porque me he ido para que no rompas lo poco que queda de mi vida. Ahora, en el silencio de amores de saldo, cuando ya no esté, llorarás mi ausencia porque el libro de tu vida lleva escrito mi nombre en cada una de sus páginas. Cuando me busques ya no estaré, y volverás por el árido camino que construyeron mis besos pero solo hallarás la soledad que tan gentílmente me regalaste. Una soledad que con el paso del tiempo se hará tuya para siempre. Tú me la regalaste y ahora tú vives en ella.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario