miércoles, 28 de mayo de 2014
Los caminos conducen a lugares que desvelan nuestros sueños. Y cuando nos hayamos perdidos en los parajes de la nostalgia y la tristeza son esos caminos los que nos llevan a encontrar esos sueños que perdimos en los recovecos de la vida. Hoy un camino que me llevaba al infierno, en una de sus muchas desviaciones, me ha hecho encontrar el paraíso. Huía de unos besos mustios, de unas palabras vacuas, de una ausencia triste y encontré un corazón donde los besos huelen a poesía, donde las palabras acarician cuando pasan, donde no hay ausencia, tan solo miradas que me regalan la alegría. Gracias, tan solo, por existir.
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