lunes, 19 de mayo de 2014

ESPERANZA

A veces el corazón vaga tras la estela de amores que se pierden en los albores del olvido sumido en un mar de dolor que no le deja sentir. Pero cuando la tormenta amaina, y la soledad toma las riendas de tu vida, con absoluta determinación, es cuando contemplas el árido paisaje que hay ante ti y puedes evaluar todos los estragos que han hecho de tu vida lo que es, un campo estéril donde no puede crecer nada. Y sentado en el vacío que antes era tu vida comienzas a replantearte el pasado, el presente y el futuro. El primero no admite cambios, solo te ofrece enseñanzas, vivencias que arañan tu experiencia en busca de momentos que den sentido al presente que vives. El presente es un desfile de días mudos, de imágenes que pasan por delante de ti dibujadas con un dolor que se adhiere a tu corazón y apenas te deja respirar, pero si eres capaz de superar esos momentos, de abatir los monstruos creados por la desesperación si que puedes contemplar que la vida se abre paso entre una maraña de sentimientos muertos, que en el erial donde habitas si crece la belleza, despacio, con miedo, como si no quisiese molestar, pero crece y puedes sentirla incluso con el corazón roto, puedes percibir el perfume de una sonrisa que revolotea entre tus manos, el sonido de una mirada que acaricia tus sentidos sin pedir nada, y vuelves a contemplar el mundo, tu vida con los ojos de quien nunca perdió la ilusión, y plantas en ese presente las semillas de la esperanza que harán de tu futuro un lugar confortable donde vivir. El futuro se dibuja en las curvas perfectas de una mujer cuya sonrisa alimenta tus anhelos, en unas manos que desde la distancia te ofrecen el consuelo que creías perdido, en el deseo que se desnuda ante ti y te ofrece todos sus encantos y solo te pide que le seas fiel. Incluso en el más terrible de los desiertos hay vida allá donde quieras buscar, incluso en el corazón más abatido hay esperanza que te habla si la sabes escuchar. Y un día vuelves a sentarte y a contemplar tu vida con los ojos de un soñador que lo perdió todo pero que ha sabido cultivar nuevos sueños y alimentar su corazón con ellos, y esa vida muerta es ahora un vergel alimentado por la presencia de amores que pasean su excelsa belleza por las veredas que alimentan aquella esperanza que una vez sembraste, y piensas que hay bellas mujeres por las que merece la pena morir, pero son aún más hermosas aquellas por las que merece la pena vivir. Y de entre todas ellas yo me quedo con las últimas porque la vida tiene todo el sentido cuando están a tu lado.


LA BELLEZA RESIDE EN EL CORAZÓN
LA DULZURA EN EL ALMA
Y EL DESEO EN LAS CURVAS PERFECTAS
QUE DIBUJAN UNA HERMOSA MUJER.

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