El camino se hace largo, a veces triste, cuando caminas solo. No hay paradas porque no tienes nadie con quién compartir lo que te ofrece la vida, y mientras caminas el tiempo se marchita esperando unas migajas de dulce compañía. Pero el camino te ofrece sonrisas que acompañan a la espera. Palabras que se quedan en tu cuerpo y hacen el camino contigo. Te encuentras viajeros que llevan tu destino y cuando encuentras un corazón que te pide compartir el camino todo lo demás no importa. No importa el cansancio, la desilusión, los corazones destruidos, los amores perdidos, los sueños heridos que se mueren de olvido, las noches en vela que bebían tristeza. Es comenzar un nuevo camino aunque siga siendo el mismo, pero los mismos paisajes se tornan distintos. Donde antes solo había misera tristeza ahora contemplas la cálida belleza, donde antes vertías lágrimas ahora bebes de las fuentes de la alegría, y el camino se hace corto aunque te lleve al infinito. Las miradas bailan divertidas como perros jugando entre tus piernas, y las sonrisas que antes pasaban de largo ahora se quedan a vivir en los labios. No importa que llegue la noche porque tienes el calor de unas manos que te miman, ni que los días sean largos porque compartes fantasías. No caminas solo, y solo caminas por el placer que te ofrece la dulce compañía. No hay nada más hermoso en este mundo que compartir los momentos, los lugares, la felicidad o la tristeza con quien te ofrece su corazón para caminar juntos por la vida.
A quien destruyo mi soledad con la dulzura de sus besos.
NO IMPORTA EL CAMINO, NO IMPORTA EL DESTINO,
SOLO EL ÍNTIMO PLACER DE CAMINAR CONTIGO.
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