Te dejo mis besos, escritos en el tiempo, esculpidos sobre el deseo que viste mi alma de nostalgia. Úsalos cuando te sientas sola, cuando el mundo sea un lugar inhóspito y la tristeza visite tus noches dispuesta a quedarse a dormir. Tómalos en tus labios y podrás degustar el sabor de la felicidad que perdura cuando el amor le hace mohines traviesos al destino. Viste tu espera con ellos y nunca sentirás el toque frío de la soledad. Mis besos están hechos de tu sonrisa, de los poemas que creas en el aire cuando caminas con premura. Están hechos de recuerdos que se paran a beber, sin prisa, de tu etérea belleza. No son besos que se dan y no se quedan. Son besos hechos de mi boca para vivir en tus labios. Besos tan puros que solo los puede acariciar la fantasía. Son besos que se toman acompañados de sonrisas. Son besos que se sirven aderezados con caricias. Son tus besos que viven en mis labios y me alimentan con tu nombre. No te olvides de ellos. Mis besos se mueren por tu boca, por retozar a corazones con tu lengua y jugar al escondite por los paraísos que esconde la dulzura de tu cuerpo. Mis besos solo nacen cuando tus labios me piden poesía. Entonces crean mil poemas hechos de besos que desafían a la estricta caligrafía, y mis versos se recuestan en el cálido placer de tu sonrisa, que se burla de la enjuta ortografía, porque el amor está hecho de anhelos y no de palabras.
Mis besos son gaviotas que vuelan sobre el mar de tu mirada, que se posan en tu cuerpo y se alimentan de tus sueños. Nacen para vivir en tu regazo y se hacen eternos cuando rozan la candidez de tus labios. Besos que pasean su silencio por la ternura de tu rostro, que caminan por tu boca como tímidos enamorados. Besos, que vayas donde vayas, siempre viven a tu lado.
Mis besos son caricias hechas con los labios, son anhelos dibujados con saliva, son poemas escritos con la lengua. Mis besos son alegres golondrinas que cada noche vuelven a tocar la entelequia de tu alma, que se mueren en los rincones de tu cama, y cuando llega el alba renacen, cual tímidas promesas, que regalan amores hechos de la más pura fantasía.
NO HAY BESOS MÁS DULCES QUE
LOS QUE SE ESCRIBEN CON TU BOCA.
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