sábado, 30 de mayo de 2015

EL JARDÍN DE LA ALEGRÍA

Hoy que paseo la felicidad por mi vida, que las noches se hacen cortas y los días no se mojan con mis lágrimas me visto con mi sonrisa cada mañana y paseo por el tiempo con la dejadez que da tener el alma en paz y mis viejas deudas saldadas. No sé que me deparará el mañana, vivo el presente a sorbos pequeños, como un elixir de besos que sacia mi esperanza nada más tocar mis labios. Atrás quedó el pasado y un cementerio de corazones rotos donde la mentira habita. Siento las amistades perdidas y los sentimientos robados, quienes se quedaron en el camino y quienes no quisieron coger mi mano, pero todo eso ya no importa, solo importan todos aquellos que se quedaron a mi lado, que velaron mis pasos por los caminos de la tragedia, y que me regalaron compañía cuando la soledad devoraba mis entrañas. Vivo el presente con un poco de miedo, pero disfruto cada momento como un niño pequeño que descubre el placer de la vida, como el poeta que fui una vez y que ha vuelto de nuevo a llenar de versos las horas del día. Dejé atrás la tristeza, los miedos, las mentiras y algunas personas que yo siempre creí mis amigas, y aprendí que luchar por nada no tiene sentido, que los amigos se callan y lloran contigo, que las personas que te quieren nunca te regalan tristeza. Todo eso quedó atrás, y ahora camino por corazones preciosos que no me piden un diezmo por su compañía, ahora vivo en el jardín de la alegría.
Hay momentos en los que el futuro llama a mi puerta con toques suaves, que me visita deprisa y deja un torbellino de deseos que desnudan la fantasía. No me entretengo con el aroma de su palabrería, cuando llegue lo besaré como solo se besan los sueños más dulces. Ahora toco el presente como una tenue delicia que se derrite en mi mente y llena con su dulce sabor mis sentidos hambrientos. Ya no me duelen las antiguas heridas, ya he curado mi corazón del veneno que destilaban las viles mentiras, ya encontré, entre mis sueños olvidados, el amor que se murió de desidia y la amistad que yacía en el olvido. Ahora paseo mi sonrisa por ese precioso jardín que creó la alegría.



A IRINA
EL JARDÍN DE LA ALEGRÍA POR DONDE PASEO CADA DÍA

No hay comentarios:

Publicar un comentario