Cabalgo a lomos de un pegaso llamado ilusión, surcando los cielos que componen una felicidad que dormita en el añil que dibuja la inmensidad del cosmos. Soy jinete de sueños que monta amores salvajes que no quieren ser sometidos. Cultivador de besos que perfuman los corazones solitarios. Chamán que destila sueños y crea pociones hechas con las caricias perdidas. Peregrino de recuerdos que dormitan en la memoria y esperan un héroe que los rescate de esa prisión que es el olvido. Soy heraldo de amores rotos que no encuentran un corazón que los repare. Fragancia de excusas que se queda a dormir en sábanas frías que hielan el alma. Camino por sentimientos raídos donde las lágrimas alimentan reproches, donde la dignidad se esconde para que no le regañen. Corazones donde el orgullo dicta sentencias de celos que cumplen cadena perpetua. He visto arder pasiones que casi rozan el cielo, y convertirse en cenizas tras una noche de sexo. Soy jinete de sueños que huyen del jardín de la vanidad, que se elevan hasta el infinito para que las mentiras no los puedan besar. Agitador de sonrisas que hacen huelga de ojos tristes y pasean por las veredas de labios eternos. Amigo de quienes no tienen amigos, compañía en la soledad y caballero que lucha por lealtad. He visto imperios de amor derrumbarse sin más, y batallas perdidas donde las caricias se morían de soledad, camas vacías donde se exhibían cuerpos desnudos que regalaban olvido y damas de noche que solo son tibios recuerdos bajo la luz de una nueva mañana. Soy jinete de sueños robados que buscan corazones donde posarse y dejar con sus manos caricias que alimentan la felicidad durante toda una vida.

CABALGO SOBRE SUEÑOS ALADOS
QUE DESAFÍAN LA TRISTEZA DEL MUNDO.
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