La perdida es extraña, te deja parado, no te permite avanzar. Convives con la tristeza un día tras otro, y todos los momentos que vives tienen el amargo sabor de la decepción. Tu mente intenta escapar hacia paraísos donde ser feliz, pero tu corazón se empeña en permanecer quieto junto a unos sentimientos que le hacen daño. Creo que eso se llama amor, y yo estoy enamorado. Sé cuando sucedió, conozco el momento exacto en el que mi corazón le perteneció para siempre, y sé, que por mucho que mi mente quiera huir no lo va a conseguir nunca porque mi corazón moriría por ella. Mi corazón hace mucho que no me pertenece, cada latido lleva grabado su nombre con el fuego del deseo más dulce, cada vez que mi corazón se acelera es porque ella me mira, cada vez que mi corazón galopa desbocado por praderas encantadas es porque ella me sonríe. Quisiera volar lejos, descansar un poco de esta pasión que hace que mis días sean inacabables, volar a lugares donde ella no esté, pero solo es una quimera, porque donde quiera que mi corazón vaya ella irá con él, mi corazón solo sabe de lealtad, de una lealtad inquebrantable a Begoña. Así que de nada me sirve huir, porque sé, y lo sabré siempre, que el paraíso que busco lo encontré hace muchos años, mi paraíso se encuentra en los brazos de Bego, en el sabor de sus labios perfumados con cálidas sonrisas, en sus ojos que me miran con dulzura. Mi paraíso consiste en abrazarla y sentir como su corazón late a la par con el mío, eso es todo y no necesito más. Para mi la felicidad está en el regazo de Begoña, y sé que para ser feliz solo necesito su amor, solo su amor. Y cuando pueda cerrar los ojos y volver a sentir el perfume de su piel en mis entrañas entonces sabré que de nuevo he encontrado el paraíso.

TODA LA BELLEZA DEL MUNDO
ESTA CONTENIDA EN TU SONRISA
Y SOLO HAY UN PARAÍSO EN LA TIERRA
EL SABOR DE TUS LABIOS EN LOS MÍOS.
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