RUINA

Cuando parece que el mundo está en calma y que los dioses han querido que tu vida sea un plácido paseo por las nubes es cuando más cerca puedes encontrarte de la ruina, y es que el camino hacia dicha ruina comienza siempre con un paso muy sencillo y que parece que no tendrá ninguna consecuencia. Y es entonces cuando estalla la tormenta, todo lo que era un remanso de paz en el devenir de tus días se convierte en un infierno donde hagas lo que hagas todo conduce al mayor de los desastres. Es sorprendente como una simple decisión puede hundirte en la mayor de las miserias y todo aquello que creías inmutable se vuelve voluble e insípido. Un minuto antes disfrutabas del cálido placer de la certeza, todos tus sentimientos desembocaban en el corazón de una mujer que sabías que jamás pondría en peligro tu felicidad porque también era la suya, y de pronto los dioses juegan a dados con tu destino y esa mujer que era el centro de tu vida se convierte en una extraña, ya no la conoces, todo lo que sabías sobre ella se ha perdido como si una tormenta de fuego hubiese pasado por tu vida y lo único que quedase de ella es un paraje desolado, estéril e irreconocible. Los besos que antes eran tuyos se han perdido en la vorágine de una guerra en la que luchas sin conocer la razón, te hallas inmerso en una batalla tras otra donde tu corazón sufre derrota tras derrota, y la humillación cabalga a lomos de un olvido que patea cada uno de tus sentimientos, y en el fragor de la batalla aún no sabes el porqué de la lucha, no sabes ni tan siquiera si quieres luchar, más aún no sabes si quieres o no ganar esta guerra porque nunca quisiste estar en ella. Una decisión y tu mundo jamás volverá a ser el mismo, ya pueden conjurarse todos los dioses del Olimpo que tu mundo no volverá a ser el mismo aunque todo vuelva a estar donde estaba, aunque hasta el más nimio de los detalles vuelva a su lugar, ya nada volverá a ser lo que era. Si supiésemos las consecuencias de cada una de nuestras decisiones, hasta donde nos pueden llevar los actos que llevamos a cabo la vida sería mucho más sencilla, pero lo que no acierto a entender es cuando las personas que tenemos alrededor no se paran a pensar como sus decisiones pueden afectar a las personas que las aman, o piensan que pueden tomar cualquier decisión sin reparar en el daño que infligen a dichas personas. Tal vez, como he dicho antes, será porque el camino a la ruina comienza con una decisión tan sencilla que no reparamos hasta donde nos puede llevar. Yo siempre he sopesado mucho lo que tengo, lo que puedo ganar o perder con cada una de mis decisiones, y como estas pueden afectar a las personas que amo. No creo que sea necesario hacer daño de forma gratuita a quienes nos lo han dado todo durante la vida, porque si he aprendido algo importante en mis años de lucha es que siempre hay que estar agradecidos a aquellas personas que en algún momento de nuestras vidas han luchado por nosotros, y que traicionarlas a ellas es traicionarme a mi mismo. Unos me pueden llamar estúpido, otros romántico, yo lo llamo ser una buena persona, y eso me permite vivir con mi conciencia cada día de mi vida

LA RUINA LLEGA SIN AVISAR

DISFRUTA EL MOMENTO

ES LO ÚNICO QUE TE QUEDARÁ

CUANDO SUS BESOS YA NO ESTÉN

CUANDO SU AMOR SE CONSUMA

EN LAS HOGUERAS DE LA VANIDAD.

SOLO QUEDARÁ EL SABOR DE SUS BESOS

Y UN AMOR CON EL QUE PODER SOÑAR.

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