lunes, 28 de abril de 2014
UNA DISCULPA Y UN ADIÓS
Ayer la persona que amo, la persona por la que he luchado siempre y por la que aún hoy lucho me mandó un mensaje para insultarme. No puedo describir el dolor, la impotencia, la necesidad de llorar que asoló mi alma en esos momentos. Nunca le haría daño, jamás, pero una serie de circunstancias y decisiones de mis jefes me obligaron a hacer algo que yo no quería. Ayer me pasé toda la mañana llorando por los rincones, porque desde las nueve de la mañana sabía que tenía que hablar con la persona que amo y darle una noticia que le haría llorar, y más en las circunstancias actuales. Hablé varias veces con Guadalupe para convencerla de que esa no era la mejor solución, pero no me quiso escuchar. Lo siento mucho, Bego, mucho, pero no fue mi decisión, jamás sería esa mi decisión, pero en las momentos actuales no piensas con claridad y todos los problemas se te acumulan, uno tras otro. Imagino que tienes que estar agobiada, al borde de un ataque de nervios, pero yo no soy la causa, nunca la seré, siempre he sido una solución en tu vida y ahora aún más aunque tú no quieras aceptar mi ayuda. Estar cerca de ti no nos beneficia a ninguno de los dos, ya me he dado cuenta, ayer me di cuenta que no te importo lo más mínimo y que por mucho que haga por ti no vas a valorarlo, así que te voy a dejar sola. Ya te lo dije en un mensaje, pero hoy, después de los insultos de ayer, quería despedirme como lo hace un caballero. Nunca te haré daño, culpa a Guadalupe, a ti, por tus malas decisiones, al mundo por ser como es, a la vida que a veces es una puta sin corazón, culpa a quién quieras, pero no a mí. Continuo ayudándote con las clases, procuro no molestarte lo más mínimo, acudo a ti cuando tienes un problema para intentar resolverlo y que estés más tranquila. Y después de todo esto me mandas un mensaje para insultarme, no me lo merezco. Pero si crees que yo puedo causarte daño de alguna manera me voy de tu vida para siempre. Quiero quedar contigo como lo que he sido los últimos 7 años, un caballero, un amigo que ha estado ahí para todo, un amante que te ha dado todo su amor, así quiero quedar y para poder lograrlo sé que te tengo que dejar sola y que vueles libre hacia donde quieras. Tu vida, ahora mismo, es un caos, pero como dice la letra de una canción que escuché el otro día: "Nunca una noche logro vencer a un amanecer", y volverá a amanecer en tu vida, una vida que no será esta, eso es evidente, pero una vida donde espero que vuelvas a ser feliz y sobre todo que vuelvas a ser la Begoña que yo amo, porque de esa mujer ahora mismo no queda nada. Nunca vuelvas a insultarme, creo que ya no ocurrirá más porque estaré tan lejos de ti que pensarás que he muerto, siempre serás el amor de mi vida, siempre, y solo por eso deberías saber que no te dañaré jamás. Recuerda nuestras conversaciones en la entrada de tu casa, como llorábamos los dos y todo lo que te dije. Fue mi corazón el que habló en esos momentos, fue mi corazón quien dijo todo lo que sentía y quien te acarició con mis palabras, no lo olvides nunca, y cuando te sientas triste y sola recuerda nuestras conversaciones y recuerda que soy el único ser vivo en este jodido mundo que no te haría daño porque te amo tanto que prefiero perderte a defraudarte. Y ahora me voy Bego, que tengas mucha suerte en tu nueva vida, que destroces a ese cabrón con quién me has comparado en tu divorcio y consigas todo lo que mereces y te ha negado en estos años, que seas feliz con tu pareja, que disfrutes de tus hijas porque yo no creo que pueda hacerlo, y ante todo quiero que vuelvas a ser la Begoña que besaba cuando miraba, que su sola presencia inspiraba poesía, que su rubor alimentaba mi corazón, quiero que vuelvas a ser esa persona y que toda la felicidad del mundo sea tuya. Nunca te haré daño, nunca, grábatelo a fuego en tu corazón para que no lo olvides jamás. Adiós mi ama, me has regalado los mejores años de mi vida y solo por eso te mereces el mayor de mis respetos. Hasta siempre y busca un hombre que te valore en todo lo que vales y que te cuide todo lo que necesitas.Y te pido perdón si en algún momento he podido ofenderte porque no ha sido mi intención, te quiero demasiado como para intentar herirte de cualquier modo. Mis últimas palabras para mi último sueño. Adiós mi ama, adíos. Si el futuro tiene la bondad de devolverme tu amor aquí estaré y sino lo hace también estaré aquí. El último beso de mis labios es para ti, guárdalo porque nunca recibirás otro beso tan dulce como este. Adios.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario