Cuando mi felicidad se hallaba encadenada al pasado y mis días eran un desfile anodino de recuerdos gastados el destino se plantó delante de mí, y mirándome a la cara, me dijo con sorna que dejase de llorar por lo que había perdido y no valía la pena recordar y desplegase las velas de mi felicidad, que zarpase enseguida tras la estela de una mujer que me otorgase el maravilloso don de amar. Surqué cuerpos ardientes que desprendían tanto calor que casi quemo mi corazón, los cantos de sirenas hechas de infelicidad tentaron con la candidez de sus labios mi soledad, atraqué en puertos donde solo hallé sueños rotos y luche contra mentiras disfrazadas de piratas que abordaron mi pasión. Una búsqueda de amores eternos que acariciaban mi eternidad, un mar embravecido donde zozobraban los sentimientos puros. Un viaje tan largo que me llevó allá donde yo no podía imaginar, y una noche de primavera, cuando las estrellas se marchitaban en el cielo bruno de la desesperación, por fin cesó mi largo viaje, y embarranqué en un precioso corazón. Cansado, vestido con los harapos de la desilusión, hambriento de un pedazo de pasión, te miré a los ojos y sentí tal devoción que supe al instante que, por fin, había hallado mi amor. Hacía frío pero yo solo sentía tu calor, dejé de beber del pasado y sacié mi esperanza con trozos de tu corazón. Primero fue un tímido latido, una mirada curiosa, un susurro imperceptible que se clavó en la coraza de mi ilusión, y apenas un instante después, sin darme cuenta, me enamoré. Me enamoré de una princesa elfa de ojos color caramelo y alma de cielo que derritió para siempre mi corazón de hielo. Me quedé a vivir en la belleza que destilaba su cuerpo, en el tiempo que se escribía con sus sonrisas, en el deseo que perfumaba cada uno de sus días. Nunca más pensé en volver a mi patria, encontré un reino hecho de amor, una zarina que esculpía con sus ojos la felicidad, que me alimentaba de ilusión con el aroma tibio de sus besos eternos, y supe que jamás podría regresar, que no había nada en el mundo que me pudiese apartar de mi princesa rusa que reina en mi eternidad.
(Vivo en ti y para ti. ¡¡¡ Feliz cumpleaños Irina !!!)
MI VIAJE ACABÓ EN TU SONRISA
MI DESEO BEBIÓ DE TUS LABIOS
MI AMOR VIVE EN TU CARIÑO
MI FELICIDAD ESTA HECHA DE TUS MIMOS.
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