Nunca pierdo de vista a las personas que me importan aunque estén lejos de mi vida porque que no estén no significa que no las quiera, que no merezcan mi atención no significa que no se la dé, porque aunque no me quisieron lo suficiente yo si las quiero a ellas con absoluta devoción. Espero que esta dura lección que les ha dado la vida sirva para que cuando vuelvan a tener que luchar por alguien a quien quieren lo hagan con toda la fuerza de su ser. Que lamentarse, pero cruzarse de brazos como si nada pasase, no es la solución, que los corazones no se quedan tan solo porque su deseo sea quedarse. Que las palabras crean deseos pero son las acciones las que cambian el mundo. Que un "te quiero" y un "hasta mañana", en la mayor parte de los casos no basta para regalar la felicidad, que se necesita mucho más para preservar el cariño y a las personas que luchan a diario por que la alegría te acompañe en este camino que es la vida. El mundo no es amarillo, ni rojo, ni azul, el mundo está hecho de infinitos colores y hay que disfrutar de todos ellos. Si tú mundo solo tiene un color es imposible que aprecies el amplio abanico de tonalidades que tiene la vida, quizás sea por ello que no sabéis luchar o no queréis luchar por nadie, porque vivís en un mundo monocromático y os da miedo dar un paso y contemplar la infinidad de colores que componen la felicidad. Yo siempre me alegraré de vuestra felicidad, de que la vida os trate bien, de que haya personas a vuestro lado que os den, a diario, el don de poder soñar. Tampoco es bueno culpar a quienes se fueron y exculpar a quienes se quedaron, primero hay que sopesar los argumentos de unos y otros y poner a cada uno en su sitio, sea quién sea. Mirar como tu mundo se derrumba y tan solo apartarte no es la solución, a veces, hay que quedarse para intentar que una vida que te importa no se derrumbe para siempre y ya jamás puedas volver a habitar en ella. Me alegro que hayas aprendido algo, eso es muy importante, pero siento que no hayas aprendido lo que de verdad importa, y es luchar hasta la extenuación por las personas que quieres, poner alma y corazón para mantenerlos a tu lado cuando otras personas no quieren que estén con vosotras. Ahora ya puedes pintarte tus labios con sonrisas y besar a todo aquel que quiera tus besos, pero por muchos besos que repartas, los míos, los que yo os di, como esos nunca encontraréis otros. Cuando me echaron de vuestra vida, yo me fui, deprisa, no hay que quedarse a contemplar como las personas que amas te destruyen, pero cuando me fui me lleve conmigo dos cosas muy importantes: vuestros recuerdos envueltos en sonrisas y todos los besos que me distéis cuando yo era alguien en vuestras vidas.
A las hijas que perdí cuando su madre enfermó de locura y destruyó un mundo construido con los trazos del cariño solo para ellas. El mundo no tiene un color, está hecho de colores, sonrisas, besos, momentos, lugares, y sobretodo, de lealtades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario