martes, 20 de enero de 2015

La belleza interior es la más importante en una mujer, pero si esa belleza interior se presenta envuelta en un maravilloso papel de regalo, presentada con un lazo de fina seda, decorada con preciosos dibujos y llamativos ornamentos entonces llegar a esa belleza interna es muy fácil. Cuando la belleza interior se nos presenta en una caja de cartón rota, con manchas del paso de la vida y golpes que le han hecho perder su forma original entonces no reparamos en lo que hay dentro. Es necesario pararse a pensar que la belleza que atesora un regalo está en el mismo regalo y no en todo lo que lo envuelve. Eso mismo sucede con las mujeres. No reparamos en su belleza interior si el exterior no es de nuestro agrado. Es una lástima vivir en un mundo de apariencias y no de realidades.

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