miércoles, 22 de septiembre de 2021

EXTRACTOS PERFUMADOS DE MELANCOLÍA

La luz era un tenue balbuceo de imágenes borrosas decorando la fría estancia. Se acurrucó como un pájaro herido en las esquinas del tiempo donde florecen tristezas húmedas, dejó su alma entre los sollozos inconsolables de amores que emigraron a corazones más cálidos, y dibujó un corazón roto con la saliva de unos labios que nada sabían de besos. Las lágrimas dibujaron despedidas eternas y pasiones efímeras, manantiales de caricias donde sacian su sed los deseos perdidos, un río cristalino de pena horadando las ausencias impuestas. El silencio llenaba las paredes, el suelo, el alma. los recuerdos, las imágenes casi borradas de una existencia deslavazada, la melancolía era un monstruo de tentáculos infinitos que asfixiaba su vida, un terrorífico coloso de angustia ahogando la monotonía de una vida descascarillada por besos insípidos y palabras romas. Se dejó llevar por los abrazos fingidos que deambulaban por lo bulevares rotos y las callejuelas del olvido, por los sentimientos harapientos que vagabundean por las avenidas de los deseos rotos, por las pasiones efímeras que lo devoran todo a su paso. La soledad lo besaba a diario, paseaba por los silencios como un tímido poeta cuyos versos se habían olvidado y lloraba palabras que jamás acariciaron sus labios. Se sumió en un sueño profundo custodiado por los fantasmas que suelen regresar del pasado, nadó desnudo en el mar de los apetitos carnales por donde navegan los veleros de las caricias ocultas y descansó de los amores sin tiempo en las destartaladas islas de la necesidad donde solo habita el pecado. Escribió con la dulzura de sus ojos historias sin finales felices, placeres escondidos entre las hebras que tejen el destino, momentos que siempre visitaban sus sueños pero nunca quisieron pasar un ratito a su lado. El tiempo jamás se detuvo a esperarlo, pasaba de largo dejando ese tenue perfume que te lleva a lugares donde nunca has estado, esculpiendo con humo la vida en la que tus sueños han quedado atrapados. Y un día cualquiera, cuando la lluvia es una tenue caricia que resbala por las estrías del cielo, miras a través del cristal de una sucia ventana y ves toda la belleza que habita en esos pequeños detalles que hacen de la vida una preciosa dama que hay que besar a diario.


DEJA QUE TUS DÍAS SE LLENEN DE ALEGRÍA
QUE TUS SUEÑOS ABATAN A LA MELANCOLÍA
QUE TUS BESOS PASEEN SU DULZURA
POR LA CALLES DONDE CORRETEA LA VIDA.

miércoles, 8 de septiembre de 2021

EL COMBATE (PARTE I - EL CORAZÓN DEL GUERRERO)

     Tenía los ojos fijos en ella, la escultural figura lo miraba desafiante mientras su pecho se movía rítmicamente a causa del cansancio. El combate se había prolongado más de lo esperado y ambos contendientes se encontraban agotados por el esfuerzo. Earvin miró a la espléndida mujer que tenía delante, observó el fiero brillo de sus ojos felinos dispuestos a destrozarle el corazón de una estocada. Su mente se trasladó a otros momentos y otros lugares, un tiempo en el que la mujer que tenía delante había reinado en su vida destilando momentos de efímero placer, por un instante parecía que su corazón blindado al dolor flaqueaba atravesado por los recuerdos de una felicidad huida tiempo atrás. Aún ahora, no conseguía entender como podía estar combatiendo con la mujer que amaba, no comprendía la traición que le atenazaba las entrañas como un abrazo mortal. Le había dado todo a la mujer que tenía ante sí, había renunciado a un reino, a una vida cubierta de gloria, a la grandeza alcanzada en los campos de batalla, a los placeres mundanos por satisfacer sus deseos más ínfimos, por rodearla de una felicidad que la hiciese inmune al dolor. La miraba con la rabia acurrucada en su alma, con el corazón encogido por el dolor; aún la amaba con la fuerza de mil gigantes, aún iría a las mismas puertas del infierno y se enfrentaría a una legión de demonios hambrientos de su alma por arrancarle una sonrisa de sus pérfidos labios. Había sido un poeta acomodado entre los brazos de Hanna, así se llamaba la mujer que lo miraba con desprecio, la mujer que un día cercenó la felicidad de su vida y huyó en busca de una felicidad que nunca encontró. La persiguió durante años, derrotó a enemigos formidables, venció en batallas colosales y con el paso del tiempo y de múltiples guerras llegó a convertirse en leyenda. Un guerrero formidable, un héroe dispuesto a sacrificar su vida por derrotar a la injusticia. Una sonrisa se dibujo en sus labios, aquellos que contrataban sus servicios, quienes buscaban al mercenario que no temía a la muerte, no sabían que él ya había muerto mucho tiempo atrás, aniquilado por las pérfidas palabras de una valkiria sedienta de poder y gloria. No temía a la muerte porque estaba muerto, había regresado del infierno en el que luchó durante largo tiempo pero su alma quedó atrapada allí, luchando por escapar de una prisión de sentimientos que se había convertido en una eterna condena de un dolor insufrible, resignada a vivir en el mundo de los muertos, esperando la llegada de un cuerpo que aún no sabía que había muerto hacía tiempo, mucho tiempo. Durante la búsqueda de sus sueños perdidos había luchado con tantos enemigos y había abatido a tantos tiranos que el único retazo de humanidad que le quedaba estaba sujeto a la mujer con la que ahora luchaba dispuesto a sellar su destino para siempre. Sabía que fuese cual fuese el resultado del combate que se estaba desarrollando él iba a perder. Si vencía, mataría el amor eterno que sentía por un ser carente de sentimientos, si era derrotado moriría bajo el frío acero de un corazón aún más frío, pero si algo tenía claro era que su orgullo le impedía morir a manos de aquella fiera guerrera que ya lo había matado una vez, esta vez no, contaba con todos los medios para derrotar a un ser vil, a una preciosa odalisca de pechos turgentes y cálidas caderas, no, esta vez no pensaba perder.

     Una ráfaga de aire helado le devolvió a la realidad, al combate fratricida con su pasado. La mujer que tenía delante era morena, de piel blanca y ojos azules como el cielo infinito, de una claridad diáfana. Un cuerpo esbelto repleto de curvas seductoras y músculos perfilados que afianzaban aún más su feminidad y despertaban los deseos más oscuros. Cuantos hombres, cuantos grandes guerreros habrán sido abatidos por esos encantos, pensó Earvin. Cuantos corazones habrán dejado de latir amparados en el acero glaciar de unos cálidos brazos y unos labios prometiendo placeres inconfesables. Por un momento una leve sonrisa apareció en sus labios, una mueca casi inexpresiva de una historia que estaba a punto de alcanzar el desenlace final. El pelo le caía sobre los hombros como una cascada de negras promesas, cubriendo parte de su espalda desnuda. Un mechón rebelde se deslizaba travieso por su rostro cubriendo uno de sus preciosos ojos. Cuanta belleza para un corazón tan turbio, se hubiese perdido en las curvas de su cuerpo para siempre, una vez lo hizo y fue muy feliz durante unos instantes que parecieron una eternidad. Movió la cabeza con rabia, esos pensamientos demostraban su enorme debilidad ante el adversario que tenía delante, no podía flaquear, la más mínima duda le llevaría al lugar donde descansan eternamente los valientes. Su adversario se movió con lentitud mientras las espadas describían movimientos suaves en sus manos, las sujetaba con firmeza, unas armas talladas con absoluta exquisitez que concordaban a la perfección con su dueña, finas líneas prometiendo una muerte certera.

      Hanna se lanzó al ataque golpeando sin piedad, cada movimiento de sus espadas se encontraba con la muralla defensiva de su adversario, los golpes eran repelidos uno tras otro con furia. Una lluvia de ataques buscando terminar un combate que se hacía interminable, golpe tras golpe Earvin retrocedía parando cada uno de los ataques pero perdiendo un terreno que se hacia precioso. Los ojos de Hanna brillaban con la rabia contenida, su garganta profería gritos que acompañaban a cada golpe como un glosario de salmos desesperados recitados a la muerte. Una de las espadas alcanzó el torso de Earvin abriendo una brecha en su abdomen por la que comenzó a manar sangre de forma abundante, pero él apenas si sintió la herida. Retrocedió aún más de un salto y se preparó para un nuevo ataque. Ella lo miraba desafiante, mientras su pecho continuaba subiendo y bajando con asombrosa rapidez. El cansancio comenzaba a hacer mella en su cuerpo, sus gráciles movimientos se habían tornado más lentos y torpes, pero conservaba toda la rabia contenida, quería matar a ese individuo, desterrarlo para siempre al mundo del olvido y mandar su alma al infierno de donde nunca debió salir, ella no sabía que eso ya era imposible, no se puede matar aquello que esta muerto. Earvin sonrió con amargura y de sus labios tan solo salió unas palabras.

 

-          Esta vez no, mi amor, esta vez no podrás dañarme.

 

Ella gritó y se lanzó de nuevo a un ataque sin descanso buscando la muerte de quién le había dado todo, era el único que conocía su historia, la única persona que conocía todos sus secretos, todas sus debilidades, el único que conocía lo pérfido de su corazón y las traiciones que le habían llevado a ostentar todo el poder del que gozaba en estos momentos, y no estaba dispuesta a perder todo eso por una historia de amor que para ella ya no significaba nada. Tenía que haberlo matado cuando tuvo la oportunidad, cuando estaba de rodillas ante ella y suplicaba que no se marcharse, cuando las lágrimas bañaban su rostro y pedía a gritos una muerte que le alejase para siempre del dolor, había sido un error, el único error de su vida, debía haber acabado con él en ese instante y ahora los fantasmas del pasado la acosaban. Las espadas describían círculos en sus manos buscando dar el golpe de gracia que pusiese fin a una historia inacabada, una historia que tenía su final en los Montes Perdidos.

 Earvin paró el último golpe de su contrincante y su puño se estrelló contra su rostro, Hanna salió como impulsada por un resorte y cayó de bruces a varios metros de distancia, rodó sobre sí misma y termino en pie a diez metros de distancia. Sangraba con profusión por la nariz, la sangre resbalaba por sus labios y goteaba sobre su pecho. Sus ojos destilaban un odio irracional, por un instante Earvin pensó que eran los mismos ojos de un demonio los que lo miraban. A pesar del amor, del dolor, de la traición, de las promesas incumplidas y las heridas abiertas no podía dudar ni un instante, la más mínima duda le costaría la muerte y en estos momentos no estaba dispuesto a morir a manos de la guerrera que tenía delante.

 Esta vez fue él el que se lanzó a por su rival. La espada que había quitado la vida a tantos y tantos tiranos, a cientos de demonios y a todas aquellas aberraciones que se habían cruzado en su camino buscó el corazón de la mujer que tenía delante. Ella se preparó esperando la acometida, giró sobre si misma esquivando la primera estocada y una de sus espadas intentó alcanzar el cuello de Earvín, éste se agachó evitando el golpe final, su espada cambió de dirección y se hundió en el pecho de Hanna mientras una patada en la rodilla la mandaba al suelo y le hacía perder una de sus espadas. Ambos terminaron en el suelo pero Earvin se levantó con rapidez observando los intentos de su contrincante por recuperar la vertical. Ella se apoyo en la espada y consiguió levantarse con un enorme esfuerzo. La espada de Earvin empapada en la sangre de su rival miraba al suelo y unas gotas escapaban de su filo estrellándose en el suelo y mezclándose con la tierra. Ella había perdido la mirada desafiante, ahora sus ojos reflejaban miedo, el miedo a ver la muerte tan cercana, jamás había tenido que enfrentarse a ella, siempre había conseguido esquivar sus embates y burlarla, pero finalmente la tenía delante dispuesta a cobrarse todas las mentiras y traiciones de su oscuro corazón.

 Dejó caer la espada al suelo y miró suplicante a su rival. Earvin se acercó a ella con la espada en la mano hasta llegar a su altura. Sus ojos negros reflejaban la eterna tristeza que atenazaba su vida, sus ojos se encontraron como antaño y él no pudo evitar que una sonrisa apareciese en sus labios, de repente ella se desplomó y él dejó caer la espada y la cogió entre sus brazos para evitar que cayese. Sabía que acababa de librar al mundo de un ser horripilante, que la preciosa mujer que se moría entre sus brazos había cometido todo tipo de atrocidades para su propio beneficio y que alguien tenía que erradicar su existencia de la faz de la tierra, había sido él. El único ser humano que la había amado aún sabiendo lo que era, que habría dado su propia vida por retener la felicidad a su lado eternamente, había sido él quién acabase con su vida para siempre. Las lágrimas surcaban su rostro, mudos testigos de su eterna devoción mientras los últimos vestigios de una vida escapan entre sus brazos.

 

-          Lo siento, dijo ella, mientras el azul de sus ojos perdía su brillo celestial.


      Earvin no dijo nada, sus labios se acercaron a los de ella y se fusionaron en un beso eterno que apenas duró unos segundos, cuando sus labios se separaron ella ya estaba muerta, el azul infinito de sus ojos se reflejo en los ojos negros, como la misma muerte, del guerrero. La abrazó contra su pecho mientras lloraba como aquel niño que huyó de su vida cuando ella lo dejó. Se levantó con ella en brazos y la depositó con toda la dulzura del mundo sobre unos lirios que crecían silvestres, excavó con su propia espada la tumba donde descansaría eternamente su corazón y allí en los Montes Perdidos dejó enterrada para siempre su vida.

 Era noche cerrada cuando montó sobre su caballo, por unos instantes dudó, pero no quiso mirar atrás, era la tumba de su amada pero también era la suya propia, él había muerto ese mismo día en los Montes Perdidos y yacería para siempre junto a ella. Espoleó su caballo con tristeza y galopó hacia la eterna oscuridad que se ceñía sobre su vida perdiéndose en los oscuros recodos de una noche sin fin. Una ráfaga de aire helado acarició la montaña y meció con furia los lirios que descansaban sobre la tumba. En una roca se podía leer escrito con sangre:

 

“Aquí yace el corazón de un guerrero” 




miércoles, 21 de julio de 2021

DESAMPARO

 

Dejó que su mirada muriese
perdida en los bosques de recuerdos,
triste como el amor no correspondido,
invisible como el rostro del olvido.

 

Poemas dibujados en la soledad,

escritos con las lágrimas amargas
que ensucian el rostro de la vanidad,
que solo dejan ausencia en los ojos.

 

Perdió su felicidad en el pasado
en las caderas que legan descuidos
y regalan besos hechos de pena,
que huelen a reproches mudos.

 

Coleccionó orgasmos indiscretos,
caricias que nunca se olvidan
suspiros que se hacen sonrisas,
labios que se pasean por la vida.

 

Melancolía que seduce a la ausencia
sueños rotos en un rincón del alma,
lujuria desdibujada en la memoria
corazones heridos que sangran tristeza.

 

Enamoró a la inocencia cohibida
con la poesía que se hace miradas,
con los gestos que no dicen nada
y dejan un tenue rubor a esperanza.

 

Levantó la falda de la vieja nostalgia
le hizo el amor a la fría indulgencia,
bebió el elixir del placer pasajero
donde el amor nunca sacia su sed.

viernes, 4 de junio de 2021

ME ENAMORÉ

Yo me enamoré de una idea, de un concepto abstracto que daba forma a un cuerpo de mujer, me enamoré de unos pasos que siempre se alejaban de mí, de unas manos que jamás dejaron la impronta de sus caricias en mi almohada. Escribí en las hojas de la vida versos que se marchitaron con el paso del tiempo, amé una mirada que nunca encontré y dejé mi corazón abandonado en los cuerpos olvidados de mujeres que nunca me amaron. Perseguí quimeras y encontré imposibles, construí mundos fantásticos donde se podía forjar  cualquier sueño y regalé mis lágrimas a quienes solo me dejaron sus penas. Fui soñador por encargo y amante por necesidad, poeta de versos que nunca llegué a escribir y esclavo de unos besos que nunca pude sentir. Yo me enamoré un día de invierno cuando el sol se escondía entre la palidez de un amor no correspondido, una tarde de verano cuando una brisa suave traía un leve perfume a sueños rotos, una mañana de otoño donde unos ojos perdían su luz en la tristeza de la distancia, una primavera que llegó de improviso y despertó un corazón adormecido. Yo me enamoré cuando vagaba perdido por los parajes inéditos de la desilusión, cuando el tiempo se dilataba entre unas manos que inventaban mujeres hermosas, una noche cerrada donde tus ojos brillaban como estrellas lejanas, una mañana donde el calor de tus labios llenaba de besos mi cuerpo vacío, una tarde perdida donde por fin nos encontramos y dibujamos amores infinitos que solo duraron un rato. Yo me enamoré de una leve sonrisa que escribió en mi alma una devoción casi infinita, de los poemas que se escriben entre las sábanas y se recitan con gemidos en los altares de la lujuria, de un beso perdido que me encontré dibujado en aquella carta que nunca me diste, de las palabras ausentes que declamaban el cariño sincero sin apenas decir nada. Yo me enamoré de los amores imposibles que dan sentido a toda una vida, de mujeres que nunca se fueron y habitan, por siempre, en mi mundo de sueños.


YO ME ENAMORÉ DE LOS SUEÑOS 
QUE HABITAN UN CUERPO DE MUJER.


miércoles, 19 de mayo de 2021

COMPENDIO SOBRE AMORES Y OTRAS AFECCIONES DEL CORAZÓN

Te amo no por lo que tú eres sino por lo que yo soy cuando estoy contigo, por los besos que se esparcen por la vida y dejan un perfume tenue a sonrisas, por las soledades que quieren hacer el amor con tu alocada compañía, por las locuras diarias que ponen un poco de cordura en las habitaciones de mi vida, por esos ojos que cuando miran se posan en los míos como una bandada de tímidas caricias, por esos gestos imperceptibles que hacen de los días un poemario donde se escriben las pasiones desmedidas. Hay amores que duran un poquito, que pasan como una furtiva primavera y adornan el corazón con una paleta de sentimientos vivos, que se consumen tan rápido que apenas quedan unos restos donde cobijarse cuando el helor de la soledad regresa a su cobijo, que llegan de improviso y se marchan dejando solo una triste despedida, pero hay otros amores que se consumen despacito, que se hacen a fuego lento y puedes sentir como su dulzura se esparce por tu cuerpo, amores que construyen el tiempo y esculpen con su cariño días imperecederos, amores que se quedan a vivir en lo más profundo del deseo y te acompañan de la mano hasta el final del camino, que cuando la vida se te escapa sonríes porque siempre han estado ahí, contigo.
Hay amores que nos hacen sentir niños, amores que corren por la calle desnudos y se ríen siempre, sin importar que sientan frío, amores que juegan a dados con los corazones de paso y se juegan la pasión a la carta más alta. Hay amores que se sientan y contemplan toda la belleza que desprende un sueño tanto tiempo perseguido, que dejan que el cariño se enrede, sin prisa, entre los dedos del deseo y cuando menos te lo esperas te regalan un ramillete de tímidos besos. Hay amores que solo quieren un pecho donde cobijarse de las tristezas pasadas, y amores que hacen de tu vida un jardín de las delicias. 
Por eso cuando te miro sé que te amo, porque haces del amor un paseo de diario, porque me miras y no necesitas palabras para regalarme un "te amo", porque aunque todos los amores traen consigo la felicidad yo solo soy feliz cuando siento que caminas a mi lado.


SOLO HAY UN CAMINO
EL QUE MIS PASOS ESCRIBEN 
CUANDO TÚ CAMINAS CONMIGO.


lunes, 10 de mayo de 2021

MOTIVOS

He escrito frases en playas desnudas
conteniendo el elixir de tu amor
He dibujado las curvas de tu nombre
sobre un efímero pergamino de arena
He cantado mis penas al viento
como un himno de notas vacías
He cabalgado sobre gráciles mentiras
que adornan momentos prohibidos
He soñado con mujeres altivas
que nunca me quisieron besar            
He caminado por corazones lascivos
a los que algún día quiero volver
He sonreído ante el placer aparente
que me mostró total sumisión
He llorado ante los versos perdidos
que ella, nunca me llegó a recitar
He flirteado con amores imposibles
que rozaban mi esquiva felicidad                 
He colgado a las puertas de mi corazón
un cartelito de “prohibido pasar”
He cerrado todos los garitos del cielo
ebrio de agriados placeres banales
He caminado tras la estela difusa
de caricias que huyeron gritando       
He compuesto canciones de amor
jugando con mi promiscuidad              
He recitado en las salas del tiempo
el aroma de tu nombre caduco
He jugado con el perfil de tus labios
aullando a la noche desnuda                        
He soñado con tu sexo ardiente
quemado en las velas del tiempo
He despertado de esta cruel pesadilla
aliviado de tu ausencia infinita.

jueves, 6 de mayo de 2021

PASIONES NO ESCRITAS

Pasó como un aliento cálido que deja un aroma a melancolía en la mirada y quise quedarme a vivir en el color azulado de sus pupilas, a dibujar corazones rotos en el anuario de las despedidas, a escribir hermosas palabras que nunca le diría. Hay poesía que se escribe con la tinta del tiempo y crea versos tímidos en las infinitas páginas de la eternidad, sentimientos que nunca se escriben pero devoran páginas y páginas de la pasión más exacerbada, suspiros que revolotean como traviesas mariposas en el etéreo universo de la fantasía. Hay pasiones que se queman tan rápido que cuando vas a tocarlas solo quedan cenizas, pasiones que no alimentan el alma pero sacian el corazón en apenas un instante, pasiones que nunca se escriben porque no necesitan palabras. Fue un tenue repique de campanas resonando a las puertas del cielo, una plegaria recitada con la devoción más tímida, un glosario infinito de adjetivos aderezando la belleza que desprende lo efímero, un diccionario de silencios donde se posa la admiración más descarada. Se perdió en la distancia como un beso al aire que no encuentra donde posar su dulzura, como las palabras escritas en el viento y esparcidas por la inmensidad de un recuerdo, como el cariño que se va deprisa sin dejar ni tan siquiera un abrazo. Me quedé perdido en medio de una calle cualquiera, esperando que volviese su rostro y me dejase su última sonrisa, esculpida su imagen en el fondo de mis ojos aunque sus pasos ya solo eran un leve tintineo en el pasado. 
Solo fue un instante, apenas el tiempo preciso para dejar el tenue perfume que desprendía su belleza, un momento tan íntimo que tintó de rubor sus mejillas, una sonrisa traviesa mientras detenía su paso, un roce atrevido en la piel del deseo. Dejé que un último suspiro corriese tras ella , pareció que incluso el tiempo se detuvo a contemplar la esbeltez de su talle, que el mundo estaba encerrado en la sensualidad de sus curvas, que no había otra mujer en el mundo.


A VECES EL AMOR SE PUEDED HACER CON LA MIRADA
RECITAR CON LA OJOS PASIONES NUNCA ESCRITAS.

martes, 20 de abril de 2021

RELATOS INCONFESABLES

La amaba con sus infinitos ojos verdes, con el balón en las manos y la sonrisa en el rostro. La amaba aunque ella nunca lo supo, aunque nunca fui correspondido y la devoción era una confesión a mi alma. La amaba cuando se fue, cuando me dejó unos versos nunca escritos pero que habitaban las horas del día y se hacían poemas eternos en el cuaderno de su ausencia. Hay amores que solo duran lo que dura una mirada perdida, amores que habitan en lo más profundo del corazón y nunca pueden escapar de su lúgubre encierro, poco importa, porque hay mujeres a las que debes amar en absoluto silencio, amores que se acurrucan en la soledad para que nunca te sientas solo. La amaba como solo se pueden amar los sueños inalcanzables, como solo se ama una vez en la vida. A veces aun puedo escuchar el sonido del balón impactando contra el suelo cuando piso una pista de baloncesto, cierro los ojos y escuchó la algarabía de su risa resonando en lo más hondo de mi felicidad, puedo sentir como sus manos me rozan y un escalofrío recorre la espina dorsal de un pasado hecho de ella. El silencio es una partitura donde están escritos todos sus recuerdos, y aunque se fue hace ya largo tiempo aun puedo sentir el perfume que desprendía su cuerpo en cada entrenamiento. No hubo besos, ni caricias, ni palabras bonitas que adornasen el paso de los días, solo hubo miradas, miradas encendidas que prendían fuego al mismo deseo, miradas escondidas que recitaban amores imposibles, miradas tan hermosas que daban envidia a la propia belleza. Aun recuerdo su forma de caminar, sus movimientos perfectos en el campo de juego y sus lágrimas en la derrota. Ahora que habito un mundo perfecto suelo tumbarme boca arriba en el centro del campo de juego y dejo que mi fantasía se llene de recuerdos, que los gritos pongan banda sonora al silencio, que su belleza rezume por cada uno de los poros de mi cuerpo. Sé que nunca volverá pero también sé que nunca se fue. Sus gestos pasean a diario por mi memoria cuando mi retina la mira en las habitaciones del pasado, cuando un beso pasa de soslayo y se posa en mi mejilla, cuando miro su camiseta colgada en el armario.


SE QUEDÓ A VIVIR EN MI RETINA, 
A JUGAR A BALONCESTO CON LOS SUEÑOS,
DEJÓ EL PERFUME DE SU JUEGO 
EN LOS CAMPOS QUE HABITAN MI MEMORIA.
AHORA QUE SIEMPRE JUEGO SOLO
SUELO CERRAR LOS OJOS Y SIENTO
COMO SU FELICIDAD ERAN BESOS TÍMIDOS
ESCRITOS CON UN BALÓN Y UNA CANASTA.
.

viernes, 9 de abril de 2021

BESOS INVENTADOS

Besos aparcados en los labios
besos que se dan con la mirada,
besos que se recitan con las manos
besos que acarician la memoria.
 
Besos que cabalgan por la fantasía,
que hacen cosquillas en los dedos,
besos que son dragones colosales
custodiando la belleza de tu cuerpo.
 
Besos que se esparcen por el cielo,
golondrinas que juegan con su vuelo
en los acantilados imposibles del deseo
donde habitan las caricias prohibidas.
 
Besos que pasean por la memoria
y dan forma perpetua a los recuerdos,
besos que suplican un tímido permiso
para viajar a los labios del olvido.
 
Besos que llegan de improviso,
en silencio, sin hacer apenas ruido,
que se quedan a vivir en el alma
para dar forma a los amores eternos.

miércoles, 24 de marzo de 2021

RETRATO DE LA SOLEDAD

  La peor soledad es la que sientes cuando tienes compañía, la que miras a los ojos y comprendes que tu alma está vacía. Siento como el tiempo se desliza entre las hebras de lo cotidiano, como los días se mueren despacio pero la vida pasa deprisa, que no necesito a nadie, pero hay momentos en los que me gustaría sentir el calor que se desprende de una mano amiga. Sonidos apagados de cariños que habitan el pasado, recuerdos que se hallan grabados en la coraza de la soledad y que se baten a duelo con la tristeza en desafíos sin tregua. Palabras esculpidas con las manos en lienzos donde solo habita la más humilde de las melancolías, sonrisas que corretean desnudas por los parajes desolados de unos ojos que se fugaron con un sinfín de miradas lascivas, caricias escritas con pluma y papel en el anverso del crudo olvido. Hay lugares a los que nunca podré regresar, amigos a los que nunca podré volver a abrazar y amores que solo se quedaron a vivir conmigo lo que dura un suspiro en el perfil de unos labios húmedos. El placer de diario que se fue una mañana y me dejó atado a los sueños que pasean por mi ventana, el perfume de la alegría que se quedó impregnada en mi tristeza y exhibe su exquisita dulzura con un halo apenas perceptible en el aciago devenir de días grises. La peor soledad es la que se incrusta entre los pliegues de la memoria y crea heridas que nunca se curan porque no hay cura posible cuando todos aquellos a quienes amas se han ido, cuando busca el calor de una mirada y solo encuentras un horrible vacío, cuando un beso perdido es el único refugio donde habita el cariño. 
  Las calles vacías, los corazones helados, un rostro manchado por la nostalgia del pasado, una mirada perdida, unos labios prohibidos, un rostro desdibujado por la pena, el pasado que nuca se olvida, los seres queridos que se quedaron por el camino, las lágrimas que escriben homenajes sentidos, todo ello compone un retrato de una soledad que se escribe en el diario de mi alma, un poemario de versos vacíos y palabras lánguidas que vagan perdidas por los eriales de la memoria.


MI SOLEDAD ESTÁ ESCRITA EN LA VIDA DE MIS SERES QUERIDOS
EN LOS CORAZONES QUE HAN DADO SENTIDO  A MI MUNDO,
PERO QUE HOY HACEN DE SU AUSENCIA UN CALVARIO
POR DONDE MIS RECUERDOS PASEAN A DIARIO.


martes, 16 de marzo de 2021

MI ADOLESCENCIA

Un trozo de papel garabateado, una mesa llena de arañazos, una habitación devorada por el tiempo, un corazón desmadejado y una sonrisa difuminada, tan solo eso queda  de mi adolescencia; retazos borrosos de momentos mágicos, rostros arrugados que dan forma al cariño, palabras preciosas que ponen un sonido inaudible a mi corazón gastado. El tiempo pasa y va dejando una amalgama de imágenes que visten mis recuerdos desnudos, un paseo distraído por las avenidas de la melancolía, un deambular caótico entre una marabunta de sonrisas difusas y cariños perpetuos. Una clase manchada con la tinta de frases obscenas y corazones inacabados, aquella chica morena que perseguía con la mirada, esa sonrisa desgastada que, aún hoy, pone una pizca de felicidad en mi vida. Las noches de estudio donde nació mi poesía, los amigos que se fueron para no regresar, los paseos desde el internado hasta aquella desvencijada tienda de chuches donde escribíamos tertulias insípidas sobre temas banales, donde el mundo se reducía a un croissant de chocolate y una mirada amable. Los partidos de baloncesto donde una viga en el techo era una canasta inventada, donde bastaba una palabra para perdonar las afrentas, donde nacieron amistades que se hicieron eternas. Aquel profesor que me enseñó a besar con palabras, la profesora de física que despertaba amores imposibles mientras escribía teoremas en la pizarra, las habitaciones manchadas de sueños donde se despedía la infancia. Han pasado tantos años, pero siempre parece que fue ayer, siempre que puedo dejo que mi mente se escape a lugares donde solo importaba el momento y no había un mañana, a las tardes de verano tintadas de rojo y un colegio donde las batallas se libraban con un balón en la mano, donde las amistades se forjaban en el campo de juego y las noches se escribían en la glorieta de un pueblo pequeño, en los muretes de mármol de veranos que parecían infinitos.
El primer amor que se quedó enredado entre mis entrañas, esos ojos marrones y esa figura delgada, esa sonrisa perenne que aún me saluda cada mañana, nunca pude olvidarla. Ese internado donde lo aprendí todo y me fui dejando mi alma, los lugares que me hicieron feliz y a los que nunca podré regresar, aquel primer beso que ya nunca más volví a dar. Esa amiga que se marchó sin despedirse, aún hoy cuando me visita la tristeza me abrazo a su risa, cuando me siento solo es su recuerdo el que me hace compañía. El amor incondicional que lo da todo y no pide nada, aquella preciosa colegiala que en el silencio de un gimnasio me confeso que me amaba. Mi adolescencia se fue una mañana, me desperté y ya no estaba, partió de viaje enseguida y se llevó consigo toda una vida, pero cuando cierro los ojos y me pongo a soñar es su rostro jovial el que hace de mi mundo un compendio sobre la felicidad.


MI ADOLESCENCIA SE LA LLEVÓ AQUELLA CHICA MORENA
QUE CADA MAÑANA ME BESABA CON LA MIRADA.


martes, 9 de marzo de 2021

PALABRAS ROTAS

 Perdí mi poesía, no sé dónde ni sé cuándo, solo sé que mis versos ya no acomodan su belleza en los pliegues de mis labios, que las palabras han perdido el ímpetu arrollador que derramaban sobre un papel inmaculado, que los poemas ya no corren desbocados por mi ser, que el silencio reina donde antes los vocablos desnudaban cuerpos de mujer. Perdí mi poesía aquel día que unos ojos dejaron de besarme y esos besos emigraron a otros corazones en los que querían volver a florecer, una tarde nublada donde la lluvia era un manto de lágrimas contenidas en un cielo que mis manos jamás volverían a tocar, en las curvas del camino donde mueren de inanición los deseos abandonados. Busco las palabras en la vida como un vagabundo busca los restos de sus anhelos entre la basura que dejan las doncellas haitadas de agasajos, como el mar busca los sonidos entre el rumor de las olas que lo mecen, como la mirada de un niño que reparte al mundo todo su cariño. Perdí mi poesía en los campos de batalla donde los amores rotos solo se alimentan de desgracias, en las calles vacías donde el amor se vende a plazos por las esquinas, en el viento frío que me ha helado hasta el alma. Perdí cada una de mis palabras en las habitaciones oscuras donde el deseo no se desnuda por miedo a perder su belleza, en las camas deshechas donde las sábanas arrugadas esconden besos fingidos, en los cuerpos de mujeres que nunca supieron componer con su pasión un glosario de lascivia. Perdí el don de engendrar versos en las matrices vetustas de sueños robados por la melancolía, en los labios resecos de pasiones tan frías que apagaban el fuego, en algún corazón tan hermoso que su solo recuerdo da forma a una opaca tristeza. Perdí mi poesía entre las manos gastadas que me retiraron el placer de sus caricias, entre los amaneceres tullidos donde solo me encontraba una cama vacía, entre las sonrisas inocentes que desprendían un perfume a cariño. Pero a veces, cuando la vida se para un momento en los ojos de un placer que se diluye sin prisa en el fondo de mis pupilas siento el deseo irrefrenable de conservar ese instante con un mohín de palabras que escriben poesía con la mirada.


HAY MOMENTOS EN LOS QUE LA POESÍA NO SE ESCRIBE
SOLO ES UN TENUE SUEÑO QUE HABITA EN EL ALMA.

jueves, 4 de marzo de 2021

CORAZÓN HUIDO

Asió sus arterias y venas
sus válvulas, tricúspide y mistral,
se despidió de sus penas
sin volver la vista atrás.

Se marchó un día de viaje
cogió sus quimeras de papel
sacó el apego del garaje
y partió tras su luna de hiel,
abandonó un amor de cocina
los slips allá en el bidet
tomó los deseos del joyero
y el cariñó que tuvo una vez,
dejó vacío un tímido pecho
que tenía en alquiler
por una mansión en la tristeza
y unos recuerdos del ayer.
Hoy va a caros gimnasios,
ocho veces al mes,
cena en restaurantes de lujo
y paga con American Express,
ya no echa de menos los besos
que poblaban todo su ser,
ni las cálidas manos desnudas
de aquella escuálida mujer.
Huyó de un amor de diario,
que le hacía bostezar,
cambio el sexo con amor
por un ático en New York,
alterna en los clubs de moda
va a pasarelas allá en Milán,
ya no compone tiernas odas
en una mísera habitación,
ahora persigue bellas modelos
y princesas sin corazón.
Compra los deseos en Cristian Dior
viste trajes exclusivos de Valentino,
que le molan un montón,
dejó los perfumes de mercadillo
en las salas de la eterna devoción;
pero en su suite del Hilton
sin que nadie lo pueda escuchar
llora en estricto silencio
amores que solo puede soñar,
porque un día partió de viaje
para nunca más regresar,
porque cuando el amor se olvida
nadie puede saber dónde se va.

Añora aquel pecho vacío
del que huyó sin pensar,
que la felicidad es de diario
y el dinero no la puede comprar,
que hay amores mendigos 
que jamás has de traicionar.




domingo, 28 de febrero de 2021

 Deja que mi sonrisa escribo versos invisibles en la retina de tus ojos, que mi mirada se haga poemas en los parajes preciosos de tu cuerpo, que mis silencios te acaricien cuando la poesía está escrita con el aliento que desprenden cada uno de tus besos.

 No es necesario que me busques, que tus manos acaricien el vacío de mis manos ausentes, que derrames lágrimas por los placeres perdidos en aquel colchón gastado y aquella habitación fría. Nunca me he ido, todo mi cariño se quedó a vivir contigo y solo necesitas la llama de un recuerdo para encender de nuevo toda la pasión que hemos compartido.

viernes, 26 de febrero de 2021

VIVO EN LOS VERSOS QUE NO ESCRIBO

Vivo en la estela que dejan tus besos cuando juguetean en mis labios, en la fragancia que desprenden tus manos cuando corretean por mi cuerpo, en el silencio que habita en la belleza serena de tu sonrisa. Vivo en aquella mirada que se quedó impresa en la retina de mi alma. Vivo en los retazos de la memoria que besan con la tímida suavidad de unos recuerdos gastados, en los silencios que estallan cuando tú los acaricias con palabras. Vivo en el tenue halo que dejó tu perfume en las habitaciones vacías, en las sonrisas perdidas que solo buscan unos ojos donde descansar de la prisa, en la brisa que pasa suave y llena el aire con tus recuerdos. Vivo en los suspiros que llenan el miedo de promesas furtivas y deseos inacabados, en las pausas que hacen del tiempo una tempestad de dudas, en las estancias de la locura donde le ponen camisa de fuerza a los amores fatales. Vivo en la mirada inocente de todos los anhelos que aún se pasean desnudos por mi infancia, en las puestas de sol que titan de fuego los recuerdos del corazón, en esas lágrimas que regaron con su pena nuestra despedida. Vivo entre las garras aceradas de una miríada de sentimientos que rasgan mi pasado, en el regazo de una niña que el tiempo convirtió en mujer, en esa belleza serena que no pudo escapar de las fauces de un destino escrito. Vivo en el rumor apagado de mis besos rompiendo contra tu boca, en la nostalgia que me visita cada mañana cuando me abrazo a la soledad de mi cama, en las amistades que se fueron y nunca han de volver. Vivo en las miradas perdidas que lloran porque en los laberintos del pasado nadie las ha encontrado, en las voces calladas que me suplican no ser olvidadas, en la ausencia de todas aquellas personas que siempre he amado, en la tristeza de todos los seres queridos que ya se han marchado. Vivo en los versos que no escribo, en los besos que nunca he dado y en las preciosas mujeres a las que nunca he amado pero que cada noche caminan desnudas por los tortuosos caminos de un deseo que se va extinguiendo con el paso de los sueños.


VIVO EN LA MEMORIA DE LOS MOMENTOS FELICES, 
EN LA TRISTEZA QUE FIRMA UNA DESPEDIDA,
EN LAS PRECIOSAS CADERAS DE MUJERES ARDIENTES
QUE HAN CONSUMIDO LA FELICIDAD DE TODA UNA VIDA.

viernes, 19 de febrero de 2021

La vida es un mosaico de corazones rotos y sonrisas verticales, de momentos perdidos y mujeres preciosas, de amistades eternas que fueron efímeras y de amores de paso que solo se quedaron un rato a vivir de tus besos, de encuentros fortuitos y caricias banales que alimentaron pasiones frugales. La vida es una aventura donde habitan los sueños y no abundan los finales felices, pero que maravilloso es saborearla a diario. 

La felicidad está en las cosas pequeñas, en los ínfimos detalles que dan sentido a una vida, en las manos de una mujer que escribe poesía en el pergamino de tu alma, en la sonrisa de un niño que lo dice todo sin decir nada, en las palabras que se quedan escritas en la mirada.

jueves, 18 de febrero de 2021

INVENTARIO DE IMPOSIBLES

Puedes enamorarte de una mirada que revolotea ante tus ojos pero solo se posa en tus recuerdos, de un gesto que aviva la memoria como una llama que prende el deseo y lo consume sin remedio. Puedes enamorarte de esa forma de caminar que modela las aristas del pecado y escribe pensamientos obscenos en la mirada, de los besos inventados que saben a gloria en la soledad de los labios, de la pasión que nunca ha sido compartida pero incendia la espera. Puedes sentir el calor de unas manos que jamás te han tocado, el aliento de una boca que nunca has besado, abrazar la efímera belleza de las mujeres de paso. Dejar que el tiempo se consuma despacio entre caricias inventadas, vivir momentos que nunca serán nuestros y atar nuestro corazón a la esperanza de amores escuálidos que escriben la felicidad en el anuario de los imposibles. Descubrir que tu pulso se acelera cuando el perfume casi imperceptible de un sueño se acomoda en la memoria y te hace esbozar una leve sonrisa en el alma, cuando el sabor amargo de la lujuria se posa en tu pensamiento y evocas las curvas de un deseo que nunca podrás rozar con la punta de tus dedos, cuando el amor solo se sueña pero jamás se vive. Puedes enamorarte de unas piernas que pasean la esbeltez de su gracia por las calles desnudas, de la inocencia que mana de dos sonrisas encontradas, del perfume que deja un sueño cuando pasa. Puedes escribir soliloquios desesperados en el inventario de los silencios rotos, esculpir un glosario de palabras que se expandan en el infinito de un cielo encapotado, construir el amor con los restos de un encuentro casual. Puedes enamorarte de la belleza etérea cuando pasa de largo y no te espera, cuando una brisa pasajera se convierte en un huracán de sentimientos encontrados, cuando basta un instante para hacer de la vida un compendio de quimeras, cuando el amor se concentra en un momento y el resto de la vida carece de importancia.


BASTA QUE UNOS OJOS TE REGALEN UNA MIRADA CUANDO PASAN
QUE UNA SONRISA SE CONVIERTA EN UNA ODISEA
DONDE LA REALIDAD SE TRANSFORMA EN FANTASÍA.
BASTA UN INSTANTE PARA ESCRIBIR UNA HISTORIA DE AMOR.


lunes, 15 de febrero de 2021

PARA TODOS AQUELLOS CORAZONES QUE VIVEN ENAMORADOS

Para todas esas parejas que hacen del deseo un poema de diario, que recitan versos con el lánguido roce de sus manos y con sus labios tibios tatúan en la piel del tiempo un glosario de amores eternos.
A las parejas que incendian sus cuerpos con miradas divertidas y caricias escondidas. A las damas de noche que abrazan la lujuria y se convierten en delicadas flores en los albores de un nuevo día. A los caballeros osados que batallan a diario por ser atrevidos enamorados. A las lenguas de fuego que hacen arder la pasión en las hogueras de besos que dan calor al corazón, y a esas manos atrevidas que esculpen delicias frugales en el anverso de la tierna devoción.
A todos los enamorados, que San Valentín os regale un amor que perdure en el tiempo y se acurruque, por siempre, en la eternidad, que os comáis a besos en la más delicada intimidad, que la pasión nunca se acabe y que siempre sea ese precioso camino que os lleve hasta la felicidad.


REGALA MIRADAS, SONRISAS, CARICIAS,
REGALA AMORES DE CUENTO CON FINALES FELICES
PALABRAS QUE DESPRENDAN UN TENUE PERFUME
A PASIONES DESATADAS Y BESOS QUE NUNCA TERMINAN,
A AMORES QUE SE EXPANDEN EN EL INFINITO
DE DOS CORAZONES QUE HACEN EL MISMO CAMINO.

jueves, 11 de febrero de 2021

ANHELOS

Quiero dibujar, corazones rotos,
en las páginas grises del olvido,
suspiros de caramelo,
en la piel del terco destino.
Quiero modelar, besos de azahar,
en el aliento de labios prohibidos,
promesas esclavas,
en el aroma del tiempo romo.
Quiero esculpir, orgasmos serenos,
en los atrios del silencio furtivo,
miradas inocentes,
en los parajes que tintan momentos.
Quiero moldear, caricias sensuales,
en el cuerpo del tibio deseo,
caminos hechos de fuegos carnales,
           en el lecho de un amor consumido.          
Quiero engendrar, poemas de hiel,
en los ojos desgastados del ayer,
versos escuálidos,
mendigando palabras cohibidas.
Quiero que mis sueños dibujen
estelas que coqueteen con tu piel,
escribir, con trazos de saliva dulce
deseos hechos con la tinta del placer.
Quiero tu corazón libre de cadenas
acariciando mis anhelos cautivos
que tu ternura sea la eterna condena
que cumplan mis amores lascivos.


miércoles, 10 de febrero de 2021

YO LA QUERÍA

Yo la quería,
sus ojos grandes, sus labios dulces.
Vivía en el aire, en las flores,
en las noches claras de luna llena.

Yo la quería,
sus manos inquietas, su piel morena.
Habitaba en el silencio, en las horas vacías,
en los besos que dan forma a la poesía.

Yo la quería,
su falda corta, sus piernas largas.
Moraba en el cielo, en la melancolía,
en los pecados que desnudan la vida.

Yo la quería,
su belleza rota, su mirada altiva.
Existía en el deseo, en la primavera,
en las promesas que perfuman la tristeza.

Yo la quería,
sus ósculos frugales, su alegría voraz.
Existía en los amaneceres, en la tardes serenas,
en los días que se mueren de pena.

Yo la quería,
sus pasos ausentes, su voz perdida.
Moraba en los sueños, en la felicidad,
en los recuerdos que viven en la soledad.

Yo la quería,
su pelo bruno, su pasión viva.
Habitaba en el agua, en el rocío de la mañana,
en las caricias que tocan el alma.

Yo la quería,
su tez limpia, su risa perenne.
Vivía en las tardes grises, en las palabras frías
en los amores que nunca terminan.


A VECES EL OLVIDO DEJA SUS RECUERDOS
ATADOS A AMORES QUE PASEAN POR EL PASADO.
A VECES LA MEMORIA SE REVELA
Y PARTE TRAS LAS HUELLAS DE AMORES ABANDONADOS.




martes, 9 de febrero de 2021

Una mujer es un poema que desprende belleza, un verso contenido en las delicadas curvas de su cuerpo, un delirio turbador de vocablos escritos en el efímero encuentro de unos labios que se comen a besos, un placer pasajero que se queda a vivir en la dulzura que desprenden los recuerdos. Una mujer es el elixir del que beben cada uno de tus sueños, un perfume que te lleva hasta el cielo y deja que la felicidad se recueste en la ternura que escribe su deseo.

Escribo sueños hechos palabras, poemas que se derriten en los labios de quienes los recitan, sentimientos que se desperezan en un trozo de papel, amores de paso que dejan su fragancia en unos versos que se recuestan en la cumbres de los sentimientos rotos. Te escribo a ti con cada palabra, con cada gesto, cada vez que cierro los ojos y recito tu ausencia.

viernes, 5 de febrero de 2021

DIARIO DE UN AMOR

A veces no valoramos toda la belleza que encierra la persona con la que convivimos a diario tan solo por pertenecer al mundo de lo cotidiano, su sonrisa escondida entre la almohada, sus bostezos mientras se despereza y saluda con desgana a la mañana. Escuchar como el silencio se llena con sus pasos, como pasa despacio por tu lado y te mira de soslayo, como su risa es el sonido que compone la banda sonora de un mundo perfecto. Los silencios que compartes y están hechos de momentos, esa mirada perdida que encierra una belleza tan efímera que basta un leve suspiro para romperla, los pases de modelos en pijama que terminan entre besos en la cama, el rubor que tinta sus mejillas cuando tus labios se posan en su cuello y ella te aparta con la mano porque siempre eres un incordio. Cuando entras en el baño y te echa a empujones pero su risa es un homenaje al amor incondicional, cuando la escuchas parlotear en otra habitación y dejas que su voz se acurruque en tus entrañas, cuando entras en casa y es el perfume de su cuerpo el que te arrebata una sonrisa. Las guerras diarias donde parece que el amor se derrumba pero basta un abrazo para firmar un armisticio, donde un simple "te quiero" es suficiente para poner fin a una era de conflictos, donde un beso es el principio de una paz duradera. 
A veces dejamos que los sueños escapen de las manos, que la vida de diario esconda todo el cariño que sentimos hacia esa mujer que camina a nuestro lado, que los pequeños detalles dejen de ser algo cotidiano, pero basta un mohín apenas perceptible, un beso que revolotea entre los labios, una sonrisa improvisada que se estampa en la mirada para recordar que el amor habita en el mapa descuidado de cada uno de sus rasgos, en la desnudez de las habitaciones vacías cuando su ausencia pasea por la memoria y la inunda de belleza, en los recuerdos donde sus besos derrotaron los momentos de tristeza, y es entonces cuando comprendes que la vida está hecha de ella y que no hay amor más real que el amor que se comparte cada día entre besos y tormentas, entre lágrimas y felicidad perecedera, entre dos corazones que comparten un destino.  


LOS BESOS SE SIRVEN EN EL DESAYUNO
CALIENTES, DULCES, INTENSOS,
BESOS QUE SE ENGENDRAN CADA DÍA
PARA ESCRIBIR POESÍA EN TU BOCA.


miércoles, 27 de enero de 2021

EN ALGÚN LUGAR

     Busco tus besos en el mapa gastado de los deseos rotos, tus palabras en los silencios que brotan del alma. La algarabía de los niños jugando mientras tu sonrisa me saludaba a diario, las miradas que hablaban solas y las despedidas que eran un "hasta mañana". Las horas que pasaban deprisa entre juegos y risas, las tardes que se hacían infinitas con un balón en las manos, las jugadas que dejaban un aroma tenue a felicidad compartida. Busco tu mano acariciando la mía, los partidos en pos de la gloria donde tus canastas eran la vida, los momentos pintados con tu más delicada sonrisa. El banquillo vacío donde tu soledad era mi compañía, los croissants sin chocolate que compartíamos a medias, las fórmulas matemáticas que dibujaban la trigonometría. Busco esos gestos pequeños que daban sentido a la vida, los desafíos lanzando triples donde la victoria solo era una excusa, las derrotas bañadas en lágrimas y las victorias que me llenan de orgullo. Las noches en vela antes de cada partido, tu imagen creando poesía en un campo de baloncesto, las canastas falladas y tu mirada pidiendo indulgencia. Busco ese instante donde te cambiabas de ropa, el momento en el que termina un partido y me abrazas sin mediar ni una sola palabra, las conversaciones banales que nos llevaban hasta tu casa. Los entrenamientos donde la derrota era una tragedia y la victoria un colmo de burlas, la competitividad que te hace ser tan especial y esa forma tuya que tienes de mirar, la profe rodeada de niños enmarcada en la tenue luz del atardecer y la sonrisa que ilumina el pabellón cuando tú entras en él. Busco ese gesto imperceptible que acapara un mundo, las tardes de los viernes cuando el tiempo se detenía en cualquier pabellón, las mañanas de los sábados donde la felicidad corría por la pista de juego.
El mundo se ha llenado de silencios, de ausencias impuestas que dejan un vacío amargo en el corazón, pero cuando cierro los ojos es tu voz la que escucho y cuando paseo por el jardín de mis recuerdos es tu belleza la que me acompaña a diario. Tú has hecho del baloncesto el deporte más bello, has hecho que este juego se convierta en un sueño eterno.


EN ALGÚN LUGAR DEL TIEMPO
VOLVERÉ A ENCONTRARME CON TU SONRISA
CON LOS PASES OLVIDADOS Y LOS BESOS NUNCA DADOS.
EN ALGÚN LUGAR DEL TIEMPO
VOLVEREMOS A JUGAR UN UNO CONTRA UNO
COMO SI EL TIEMPO JAMÁS HUBIESE PASADO,
COMO SI SOLO IMPORTASE EN ESE INSTANTE
TUS CANASTAS, TU SONRISA Y UN BALÓN,
COMO SI EL MUNDO ENTERO SOLO FUESEMOS TÚ Y YO.


lunes, 18 de enero de 2021

Se acurrucó en el corazón y dejó que el tiempo pasase sin prisa, que el amor madurase despacio, que los besos se hiciesen adultos y las caricias descubrieran su cuerpo. Dejó que su corazón latiese deprisa y la pasión se consumiera en el placer que desprendían sus labios, que las miradas se hiciesen promesas y las palabras engendraran silencios eternos.

Deja que tus besos viajen a lugares prohibidos, que tus manos escriban caricias en la piel del destino. Deja que las noches nunca terminen y las lágrimas se sequen deprisa, que los sueños no sean quimeras y el amor no se muera de pena. Deja que te abrace sin pronunciar una sola palabra, que esta noche sea una oda entonada a la belleza que desprende tu cuerpo. Deja que la pasión se recueste a tu lado que para cuando el alba bostece solo nos quedará el pasado.

lunes, 11 de enero de 2021

CALLE DEL OLVIDO

He despertado entre la bruma de la necesidad y el blanco manto de la nostalgia, ataviado con los viejos sueños que nunca me abandonan y hambriento de unos mendrugos de felicidad. Esa felicidad efímera que pasa como una tormenta y deja sonrisas en los rincones más inaccesibles del alma, ese aroma que a veces se hace imperceptible pero basta cerrar los ojos un instante para percibir una gama cromática de sensaciones que azuzan los recuerdos. El tiempo se desliza con quietud, inexorable, como la arena que avanza incansable aunque parezca que nunca se mueve, pero su belleza estática lo devora todo a su paso, y cuando abres los ojos ya no queda nada, solo el silencio que revolotea entre las manos vacías y los amigos olvidados. Sueños rotos, desvencijados en algún oscuro rincón del corazón, amores imposibles que dan forma al deseo y dejan un lastre de cenizas en los cuerpos gastados de damas etéreas que escriben melodías inacabadas en la partitura de la melancolía. El viento sopla, frío como los sentimientos no correspondidos, como las sonrisas dibujadas por la cortesía y las miradas que perdonan la vida. No queda tiempo para pedir perdón, para dejar una caricia furtiva en el rostro de la tristeza, para escribir unos versos en el corazón del infortunio. Retazos de besos caducos manchando de saliva las escuálidas curvas de la ternura, la mirada triste de quien sabe que no tiene nada y solo busca un regazo cálido donde dejar descansar sus maltrechas penas. El tiempo huele a soledad, a mujeres banales que solo fueron aves de paso, a sexo gastado deprisa en las esquinas de las pasiones rotas. No hay bandas sonoras, ni finales felices, ni un último beso escrito sobre unos labios que saben a gloria, solo queda el murmullo de unos latidos difusos que se apagan con el paso del tiempo, de unas palabras que no dicen nada porque el silencio les ganó la batalla, de un amor no correspondido que pasea su tristeza por las desoladas calles del olvido, pero cuando cierro los ojos es mi sonrisa la que escapa de esos besos que una vez pasearon su gracia por la felicidad de mis labios.


HABITO PRISIONES DE RECUERDOS
CORAZONES HERIDOS QUE SANGRAN DE FRÍO
HABITO EN LA CALLE DEL OLVIDO
DONDE SE MUEREN LOS AMORES PERDIDOS.